El discutido plan del presidente francés Emmanuel Macron de aumentar la edad de jubilación en dos años a 64 avanzó, cuando un grupo de legisladores de ambas cámaras del parlamento acordó un texto de compromiso, a pesar de las protestas en todo el país.
Pero la aprobación del proyecto de ley profundamente impopular, que ha enfrentado enormes protestas callejeras y repetidos paros laborales, por parte de la cámara baja del parlamento, está lejos de ser un trato cerrado.
Los funcionarios del partido gobernante han reconocido que los números eran ajustados y los legisladores del conservador Les Republicains (LR) y los grupos centristas dijeron que los ministros tenían la esperanza de convencerlos de aprobar los cambios.
No debería ser demasiado difícil obtener la aprobación del Senado, ya que está dominado por LR.
Si es demasiado estricto para su comodidad en la cámara baja, el gobierno puede recurrir a un procedimiento conocido como “49:3”, que le permitiría aprobar el texto sin votación. Eso aseguraría que se adoptara el texto, pero correría el riesgo de enojarse en las calles.
Las encuestas de opinión muestran que una gran mayoría de votantes se oponen a los cambios. Por su parte, los sindicatos y los manifestantes advirtieron que continuarán con su movilización incluso si el proyecto de ley se vota.
“Continuaremos la lucha pase lo que pase”, dijo Philippe Martínez, líder del sindicato de línea dura CGT.
“Si votan por esta reforma, no creo que las cosas vayan bien, porque vemos que los trabajadores de cuello azul, las comunidades de trabajadores se han ido en contra de esta reforma. La gente está harta”, dijo Yvonnick Dauve, soldador y sindicalista. en Ancenis-Saint-Gereon.
Las interrupciones en los servicios de trenes y el tráfico aéreo continuarán, al igual que una huelga de recolectores de basura que ha acumulado más de 6 mil toneladas de basura en París. El sector energético de Francia también se ha visto muy afectado.
Macron y su gobierno dicen que los cambios en el sistema de pensiones son necesarios para mantener el presupuesto de pensiones en números negros, que es uno de los más generosos entre las naciones industrializadas. Sin embargo, lo que está en juego para el presidente no son solo las ganancias financieras, sino también sus credenciales reformistas.
Una pregunta clave será el costo de las medidas acordadas por el campo de Macron para obtener el apoyo de LR, incluido un suavizante para quienes comenzaron a trabajar temprano y un complemento para las madres trabajadoras.
El gobierno había dicho inicialmente que retrasar la edad de jubilación en dos años y extender el período de pago generaría 17.700 millones de euros adicionales en contribuciones anuales de pensiones, lo que permitiría que el sistema alcanzara el punto de equilibrio para 2027.
No hubo una estimación oficial el miércoles del impacto del acuerdo de compromiso.
Philippe Vigier, un legislador centrista, quien formó parte del grupo selecto que negoció el acuerdo, dijo a los periodistas que los ajustes al proyecto de ley inicial costaron miles de millones y que las cuentas ahora estarían equilibradas en 2030.
