*** BESTIAS FANTÁSTICAS O CRIATURAS MÍTICAS ATRAEN A UNA GRAN CANTIDAD DE TURISTAS GENERANDO UNA LUCRATIVA Y CONTROVERTIDA NUEVA FORMA DE TURISMO
La fascinación del ser humano por todo aquello que no puede explicar despierta cada vez más el interés por un nuevo tipo de turismo. El turismo de críptidos está en crecimiento y la gente prepara sus viajes de descanso para ir en busca de ese atractivo místico que se ubica en esa delgada línea que separa a la realidad de la fantasía.
Esas bestias fantásticas, que probablemente no existan y que en muchos casos han sido refutadas por la ciencia, siguen despertando en el interés de las personas en todo el planeta a tal punto que la gente viaja a Escocia en busca del monstruo del lago Ness o al Himalaya en busca del Yeti.
Estos seres han inspirado películas, historias y según National Geographic hasta un nicho de estudio llamado criptozoología, que es la búsqueda de creaturas mágicas. Son el centro de muchos cruceros y excursiones y dan nombre a bares, hoteles y restaurantes.
Lo cierto es que el turismo de críptidos le da a los turistas la oportunidad “de explorar destinos pocos conocidos con una perspectiva única” como señala National Grographic. Por tanto, hay países que se apoyan en su “atractivo místico” para apalancar sus industrias turísticas especialmente después de la pandemia del Convid-19
Los más populares
National Geographic señala algunos de los críptidos más populares del mundo. En África occidental existe la criatura de los pantanos Ninki Nanka. Se trata de un reptil tipo dragón. Se dice que es extremadamente largo y muy peligroso. En el 2006 The Centre for Fortean Zooly https://cfz.org.uk, una organización científica dedicada a la criptozoología realizó una expedición en Gambia en busca del Ninki Nanka. Entre los testimonios recogidos de quienes aseguran haberlo visto, indicaron que se asemeja a un dragón chino.
El atractivo mítico de Japón es el monstruoso pulpo Akkorokamui. Se trata de un gigantesco pulpo que se esconde en la Bahía de Uchiura cerca de la ciudad de Yakumo en Hokkaido. Es tan grande que supuestamente habría sido visto en varios lugares como Taiwán y Corea. Se dice que su enorme cuerpo puede alcanzar tamaños de hasta 120 metros de longitud. Es un rojo llamativo, a menudo descrito como brillante y, a veces, comparado con el color del reflejo del sol poniente sobre el agua. Debido a su coloración y su gran tamaño, este críptido es visible desde grandes distancias.
La combinación entre nutria y perro o mitad perro y mitad pez es el Dobhar-chú, el atractivo mítico de Irlanda. Avistamientos de este críptido han sido documentados por años. El último fue en 2003 por el artista irlandés Sean Corcoran y su esposa que lo vieron en la isla Omey. Mencionaron que se trataba de una gran criatura oscura que hizo un chillido espantoso y podía nadar muy rápido.
Puerto Rico es una isla de ensueño, con hermosas playas, un background de historia pero su atractivo mítico, es el famoso Chupacabras. Descrita como un ser terrorífico, es un bípedo de entre 1,20 y 1,50 metros de alto, largas garras y púas a lo largo de su espalda. Es señalado como el responsable de la muerte del ganado
Los consentidos
Pero no hay duda que están los consentidos de los turistas. Y así el atractivo mítico de Escocia es sin duda el monstruo del lago Ness de Escocia y aunque la ciencia ha refutado probadamente la existencia de este ser de cuello largo, locales y turistas mantienen viva la leyenda de “Nessy” como lo llaman.
El Yeti o abominable hombre de las nieves es un simio gigante. Lo consideran un pariente lejano del orangután del Himalaya. En 2008, un grupo de investigación japonés encabezado por el científico Yoshiteru Takashi, recorrió durante cuarenta y dos días la región de alta montaña Dhaulagiri IV, dejando constancia de haber fotografiado presuntas huellas de unos 45 cm de longitud del escurridizo primate.
El Yowie es el atractivo mítico de Australia, aparentemente un pariente lejano del Bigfoot de Norteamérica. Este último, un hombre-simio parecido a Chewbacca, que contribuye a generar más de 140 millones de dólares anuales para la economía estadounidense, según el Museo Internacional de Criptozoología de Portland (Maine, Estados Unidos), según National Geographic.
