El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, propuso poner fin al uso medicinal del fentanilo, un poderoso opioide sintético al que se atribuye el aumento de las muertes por sobredosis de drogas en Estados Unidos, lo que ha alimentado las tensiones entre su país y Estados Unidos.
Los críticos de la estrategia antinarcóticos de México dicen que López Obrador no ha hecho lo suficiente para prevenir el tráfico de fentanilo, y algunos legisladores republicanos han instado a Washington a autorizar el uso de la fuerza militar para someter a las bandas de narcotraficantes de México.
López Obrador ha rechazado enérgicamente tales sugerencias y argumenta que su gobierno está reduciendo la amenaza que representa la droga, diciendo que ha incautado más fentanilo ilegal que “nunca antes”.
Durante una conferencia de prensa regular, dijo que pediría a expertos médicos que analizaran la posibilidad de “sustituir el fentanilo para usos médicos con otros analgésicos”.
“Si lo hacemos en México, les vamos a pedir que lo hagan en Estados Unidos, para que también lo prohíban con fines médicos”, agregó, criticando la efectividad de la política antidrogas estadounidense y diciendo que México no jugaría un papel papel subordinado a los EE.UU.
A principios de esta semana, México dijo que no era un centro de producción de fentanilo y dijo que la droga y sus ingredientes provienen en gran medida de Asia. Sin embargo, los funcionarios estadounidenses han contradicho esto.
