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Contundente carta de Antonio Ledezma a López Obrador

Gracias a la colaboración de nuestro columnista Raul Ochoa Cuenca presentamos a nuestros lectores un articulo escrito por el dirigente venezolano Antonio Ledezma.

Por: Antonio Ledezma

La razón de estas letras es para confesarle por escrito que como latinoamericano me luce muy gacho eso de que Ud. le esté colgando medallas en el pecho a ese teto de Díaz Canel, que como buen vaquetón castrista, quiere seguir viviendo a costa de los demás.

A ese vato, que se la da de muy chingaquedito, en vez de guindarle preseas, estoy seguro de que Pancho Villa más bien lo hubiera mandado a la fregada por tanto daño causado a los miles de escuincles cubanos, a los que han dejado sin sus viejos, después de mandarlos a ver a la calaca. O sea, después de fusilarlos en el paredón.

Qué estará sintiendo el mismísimo Huitzilopochtli, el mero, mero Padre de los Aztecas viendo como Ud. se dedica a condecorar en su nombre y a cacarear, con desmesurados apapaches con semejante malhora.

Eso de poner en manos del tirano cubano el Águila Azteca, para transmitirle su fuerza, el poderío, el dominio sobre los otros a través de la guerra, no es nada chingón señor Presidente. Podrá ser su güey, Ud. sentirá padrísimo ese gesto, pero la neta es que “pelón está el cochi”.

Es evidente que Ud. la sigue haciendo fuera del bacín. ¡Ah! y esa medalla que recibió, marcada con el nombre de José Martí, que le sirva para tener presente lo que ese ilustrado poeta dijo: “cuando alguien ve cometer un crimen y no hace nada, termina siendo también culpable”.

No se crea que está muy de acá, más bien se checa clarito que Ud. ya ni la amuela, presumiendo que está chido eso de agasajar a sus cuates del Foro de Sao Paulo.

Sobre eso, a ojo de buen cubero, ya sabemos que su colega Biden anda “como el perro entre las dos tortas”. Y qué decir del presidente de España, lo mejor sería que se quede “chiflando y aplaudiendo”.

Pero nada de eso es de a grapa, nada más espere la cuenta que le pasarán por andar de metijón. No se pase de lanza Presidente ¿O Ud. piensa que los venezolanos no sabemos “de que de lado masca la iguana” con su papel de anfitrión del fulano diálogo con los zopilotes de Maduro? Ud. debería saber que a Maduro le sabe un reverendo cacahuate la paz de los venezolanos y sino fíjese como cada vez que se le antoja arma una de chile, mole y pozole, como mejor le sepa.

 No cesa en echar carrilla, con la mala intención de dejar la víbora chillando, siempre buscan que nosotros nos achicopalemos. ¡Pero que va! No es hora de ponerse agüitado, sino vea cómo están nuestros educadores en Venezuela: ¡hasta el queque! Muy conscientes que ya con Maduro “ni yendo a bailar el bote”.

 Por eso salen a las calles a protestar, reclamando un salario digno porque la poca lana que reciben no alcanza “ni para pichar el popote de la bebida”. ¿Sabe lo que su carnal Maduro le ofreció a los educadores? Unas míseras huarachas. Podrá Ud. imaginar lo canijo que es la vida para esos maestros. ¿Y qué hace su compinche Maduro? Se la pasa ventaneando y gimoteando, como buen cotillero, la misma monserga o lata contra el imperio, o sea, su vecino más cercano.

Nos preguntamos presidente López Obrador, ¿Cuáles son los méritos para que el continuista de la tiranía castrista reciba esa distinción? ¿Será por prolongar la agonía de un pueblo al que tienen chingándoselo más de 63 años?

En lo que sí acertó Presidente, es en eso de invitarlo a darse una vuelta por Campeche que significa “lugar de culebras y garrapatas”, porque eso es lo que son.

 Además, su invitado encarna muy bien “la Leyenda del Diablo” que habla de ese pasadizo oscuro, en el que vivía un hombre con malformaciones, que se aprovechaba de la gente, asustándola en las noches, encendiendo cartuchos de azufre para que pensaran que era el diablo.

Entonces la gente le ponía monedas y joyas para que no entrara a la ciudad”. ¡No más, presidente López! Ya es suficiente. Ese personaje anda con las manos extendidas pidiendo de tocho morocho.

Díaz Canel no hace otra cosa que andar tirando hueva de pescado. Así, como lo lee. Pregúntele a los médicos cubanos a los que su gobierno les paga en dólares, ¿cuántos mendrugos les dan? Les están sacando el mole Presidente. ¿Le parece de poca madre?

No es hora de hacerse guaje ante tal explotación. Después no diga que lo agarraron tirando pinole.

La neta Presidente es que todo eso luce muy cañón para un pueblo que está pasando tantas necesidades y lo que hacen estos falsos revolucionarios es alzar banderas del “progresismo”.

En Venezuela y supongo que también en México dirán “asústame calaverón”, ya se sabe que no son más que un chahuistle que ataca la democracia. ¿Por

qué no precisó a Díaz Canel para que le “soltara la sopa” de todos los presos políticos torturados que tienen en Cuba, al igual que sus charolastras de Maduro y Daniel Ortega en Venezuela y Nicaragua? ah no, Ud. se la peló.

Le escribo en estos términos después de wacharlo con esas crudas con que Ud. Suele aparecer en público.

Ganas no me faltaron de pedirle a los espíritus de ese par de genios, Octavio Paz y Carlos Fuentes que me hicieran el paro. Pero se que los mexicanos tienen un muy particular sentido del humor, sus carcajadas tienen decibeles entre las alegrías y las penas, llegando a reírse hasta de su propia muerte. En todo caso, como decía Cantinflas “nos tratamos como caballeros o como lo que somos”.

Se despide de Ud., afectuosamente, Antonio Ledezma.

Responsable de la edición: Raúl Ochoa Cuenca.

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