Donald Trump será imputado por su vinculación con la actriz con la que mantuvo relaciones sexuales en 2006 y a quien pagó presuntamente 130 mil dólares por su silencio.
Donald Trump ha estado en varias ocasiones en el centro de investigaciones judiciales por diferentes casos como la supuesta interferencia en las elecciones presidenciales de 2016, delitos financieros y, más recientemente, el almacenamiento de secretos gubernamentales en su casa de Mar-a-Lago, Florida.
Sin embargo, lo que ha provocado su imputación por el gran jurado neoyorquino no es ninguno de estos cargos, ni siquiera su respuesta al asalto al Capitolio, sino su vinculación con la actriz porno Stormy Daniels.
Stephanie Gregory Clifford, su nombre real, fue criada en el estado de Luisiana, donde empezó a trabajar en clubes de striptease desde que era estudiante de secundaria. Ese fue el primer paso para entrar en el sector del cine pornográfico, en el que apareció y dirigió varias películas. El seudónimo de Stormy Daniels se convirtió en su nombre artístico y nació como una mezcla entre Storm, el nombre de la hija del bajista de Mötley Crüe, Nikki Sixx, y su preferencia por el whisky Jack Daniels.
Stormy Daniels conoció al magnate Donald Trump en 2006, en un torneo de golf para celebridades celebrado en Lake Tahoe, en California. La actriz estaba contratada para saludar y felicitar a los competidores del American Century y según Daniels, Trump la invitó a un bungaló privado del empresario en el Hotel Beverly Hills de Los Ángeles, donde mantuvieron relaciones sexuales.
En ese momento, el magnate ya estaba casado con Melania y el encuentro sexual habría tenido lugar cuatro meses después de que diera a luz a su hijo, Baron.
Donald Trump y Stormy Daniels siguieron en contacto de manera intermitente porque Trump le prometió a la actriz que participaría en el programa televiso El aprendiz, una promesa que nunca llegó a cumplirse.
Sin embargo, cuando el empresario se presentó a la presidencia de Estados Unidos, la relación cambió drásticamente. Daniels estaba negociando un acuerdo con una cadena de televisión para contar su experiencia con el entonces candidato presidencial cuando recibió, según los fiscales que han investigado el caso, un pago de 130 mil dólares para silenciarla.
El entonces abogado de Trump, Michael Cohen, fue la persona que realizó el pago. Dos años después, el abogado se declaró culpable ante la Justicia de violar las normas de financiación de campañas electorales por comprar el silencio de mujeres que tuvieron supuestas relaciones con el entonces todavía presidente y fue encarcelado.
La actriz de Luisiana rompió su silencio en una entrevista para el programa 60 minutos emitido en 2018, en el que aseguró haber recibido amenazas para que no hablara de la relación que mantuvo con Donald Trump.
Stormy Daniels demandó al empresario para anular el acuerdo de silencio al que llegaron cuando aceptó los 130 mil dólares, pero el proceso fue desestimado y el juez ordenó a la actriz pagar cerca de 300 mil dólares a Trump por los costos judiciales.
Ahora, el caso ha vuelto a salir a la luz tras una investigación para determinar si hay pruebas suficientes para imputar a Donald Trump.
