La devaluación del euro y de las monedas de países latinoamericanos frente al dólar genera efectos inmediatos en el Ecuador, con consecuencias inmediatas como el encarecimiento de las exportaciones y la reducción en el envío de las remesas de los migrantes, sobre todo, de aquellas que venían en euros. Sin embargo, entre las ventajas se señala que un dólar fuerte beneficia las importaciones e impide que en el país haya un nivel inflacionario como en otras naciones de Sudamérica, según explican analistas.
El fortalecimiento del dólar responde a la guerra entre Rusia y Ucrania y a las recientes subidas de las tasas en Estados Unidos. “Más allá del conflicto bélico es un conflicto económico lo que se siente en todo el mundo y deriva en la apreciación del dólar, esto genera la pérdida de competitividad en las exportaciones ecuatorianas ante países como Colombia, Perú, Costa Rica o México”, explicó Rodrigo Mendieta, Director de Investigaciones en la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Cuenca.
Para Mendieta, un segundo efecto es la disminución en las remesas, principalmente las que vienen de Europa y que han visto cómo el euro se ha desvalorizado ante el dólar ubicándose a la par. Francisco Morocho, un ecuatoriano que vive en Italia desde hace 20 años y envía dinero al país indica que su familia siente la depreciación del euro. “Hoy enviar 200 euros es como enviar 200 dólares, cuando antes el cambio daba unos 250 dólares”, expresa.
Importaciones
Luis Tobar, director de la Carrera de Economía de la Universidad Politécnica Salesiana (UPS), indica que, por otro lado, tener un dólar caro beneficia las importaciones, de manera preferente a productos provenientes de China, que junto con Estados Unidos constituyen los principales mercados para Ecuador.
Asimismo, subrayó la devaluación de las diferentes monedas en países de Latinoamérica como Argentina Venezuela, Chile y Colombia, cuyas divisas han perdido valor con entre 13 y 24 % respecto al dólar durante este año.
La desvalorización del peso colombiano genera impacto directo para Ecuador, pues causa el abaratamiento de productos en el vecino país y crea más poder adquisitivo para los ecuatorianos que prefieren ir a comprar de ese lado. Sin embargo, esto afecta al sector comercial y a la economía por la salida de divisas, indicó Tobar.
El peso colombiano se ubica entre las 10 monedas emergentes más devaluadas este año. Ayer un dólar se cotizó en 4.625 pesos.
“Esta situación afecta, en gran medida, al comercio de las provincias de Carchi e Imbabura, en la actualidad muchos ecuatorianos cruzan en sus vehículos la frontera para realizar todo tipo de compras y se espera que incrementen en agosto y septiembre debido a las adquisiciones por inicio de clases en la Sierra”, explicó Tobar.
Aunque, especificó que la inflación en el vecino país está al alza lo que puede ocasionar un incremento en los precios de sus productos. Según analistas, la volatilidad mundial se debe al temor a que Estados Unidos entre en una recesión que se extienda por todo el planeta, lo que afecta las operaciones de divisas. (PNH)-(I)
Aunque en los últimos días se llegó a registrar una paridad entre el dólar y el euro en el mercado internacional, este martes el euro se disparó después de la publicación de datos de la economía estadounidense y por rumores de que el Banco Central Europeo (BCE) subirá el jueves los tipos de interés de medio punto porcentual.
El dólar es el patrón de intercambio en Ecuador desde hace más de dos décadas, cuando sustituyó al sucre y, aunque a simple vista su apreciación dejaría intuir una fortaleza, las circunstancias actuales hacen temer lo contrario.
«La dolarización implicaba mucha disciplina fiscal, una apertura económica a través de acuerdos comerciales y trabajar fuertemente la competitividad, lo que no se ha cumplido a cabalidad», dijo a Efe el presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportaciones (Fedexpor), Felipe Ribadeneira.
Se podía sacar provecho
«Si hubiéramos hecho los deberes, ahorita podríamos sacarle un gran provecho al fortalecimiento del dólar, como seguramente lo va a sacar EE.UU.», indicó.
«Estamos muy preocupados porque estamos viviendo momentos que no se habían visto en las últimas dos décadas», con una apreciación del dólar «tan fuerte como la que está sucediendo», añadió al recordar que Estados Unidos y Europa están entre los principales mercados de Ecuador.
¿Alternativas?
Para Ribadeneira, Ecuador debe buscar alternativas de competitividad y aplicar mecanismos contemplados en la legislación, como la emisión de certificados de abonos tributarios para los sectores más afectados por el alza del dólar y por las protestas como el florícola, frutos y hortalizas congeladas, entre otros.
Asimismo, el presidente de Fedexpor abogó por acelerar la agenda comercial, pues «Ecuador es el único país de la costa del Pacifico que no tiene acceso preferente al mercado norteamericano», señaló.
Se debe -dijo- mejorar la competitividad interna, evitar «sobrecostos en tramitologías innecesarias», y hacer la exportación «más fácil y menos costosa», con aduanas ágiles y seguras.
En su opinión, hay que buscar mecanismos de acceso a fuentes de financiación barata que permitan recuperar la capacidad productiva perdida durante las recientes protestas, que dejaron seis fallecidos y que incluyeron cortes de carreteras, daños a la propiedad privada, afectaciones a la producción y al comercio.
«Si tuviéramos acuerdos comerciales con Centroamérica, con Estados Unidos, y si fuéramos mucho más competitivos y no tuviéramos tanta carga interna de impuestos… en estos momentos podríamos sacar una gran ventaja», reiteró.
La apreciación del dólar «nos toma en un momento inoportuno, en el peor momento de los últimos tres años y luego de haber sufrido» una protesta social que afectó la capacidad productiva, finalizó.