Esta casona, habitación del expresidente de Colombia Miguel Abadía Méndez, es hoy un jardín de orquídeas en todos sus colores, formas y tamaño.
Es una casa antigua de paredes en ladrillo tomadas por una fina enredadera que cubre gran parte de ellas; con ventanales en madera y vidrio, algunas veces abiertos como si los pensamientos allí encerrados necesitaran salir y volar entre tanto verde, amarillo, morado, rojo y blanco que la rodea y protege. Sus techos son altos y sus habitaciones amplias.
En la parte de atrás de esta casona hay una vivienda derruida que hoy sirve de refugio a diez gallinas y un gallo, pero que, en los tiempos de Miguel Abadía Méndez, era la vivienda para sus escoltas y soldados cuando el presidente se instalaba en su finca de descanso ubicada en zona rural del municipio de Choachí, oriente de Cundinamarca a una hora de Bogotá, saliendo por el santuario de Monserrate por la avenida Circunvalar y pasando por la parte baja del santuario de Guadalupe.
Tegualda se llama el lugar donde hay miles de orquídeas con distintos tamaños, colores, sabores, texturas y apellidos. Orquídeas en los árboles, en mesones, en invernaderos, en materas, en los techos y directamente sembradas y nacidas en la tierra negra de Tegualda, cultivada por décadas y en este tiempo bajo la batuta de su dueño.
Guillermo Ángulo es un apasionado por la fotografía, es escritor, un hombre entregado a las orquídeas, flores que mima como a mujer hermosa, las mide, fecha su floración, mide su temperatura y las contempla en la mañana, al medio día y antes de cerrar la puerta principal de su casa, cuando está dispuesto para escribir, investigar o seleccionar sus fotografías del día.
Tegualda tiene habitantes que se silencian o hablan según la hora; a sus noches le dan ritmo la acción de sus grillos, sapos y ranas, de aves que revolotean misteriosamente y de perros con sus ladridos desde distintos lugares. El arrullo del Rio Blanco que pasa en su recorrido justo por todo el frente de su fachada, allana la oscuridad y quietud del ambiente y la luminosidad y movimiento del nuevo día; es Tegualda, la arquidiócesis de Ángulo.
