Elizabeth Alexandra Mary de la casa Windsor nació en Mayfair, Londres, como la hija primogénita del Duque y la Duquesa de York (quienes después serían el Rey Jorge VI y la Reina Isabel). Al nacer, Elizabeth no se encontraba en la línea de sucesión, sin embargo, su padre ascendió al trono después de que su hermano el Rey Eduardo VIII, lo cual la hizo presunta heredera del trono.
Como Princesa, Elizabeth comenzó a hacer trabajo público desde la Segunda Guerra Mundial, sirviendo en el Servicio Auxiliar Territorial, la rama femenil del ejército británico. En 1947 se casó a los 21 años con Philip Mountbatten, ex príncipe de Grecia y Dinamarca, el cual despertó controversia ya que el hombre no tenía apoyo financiero, y sus hermanas tenían vínculos con Nazis.
Previo a su matrimonio, Philip tuvo que renunciar a sus títulos de Grecia y Dinamarca, convirtiéndose oficialmente al Anglicanismo (siendo Griego Ortodoxo) y adoptó el apellido británico de la familia de su madre. Poco antes fue designado Duque de Edimburgo. La pareja se casó el 20 de noviembre de 1947 en Westminster Abbey.
Cuando su padre murió, en febrero de 1952, Isabel de 25 años se convirtió en reina regente de siente países del Commonwealth: Reino Unido, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Pakistán y Ceylon, además de que se volvió líder del Commonwealth.
Su gobierno
Isabel II ha actuado como monarca constitucional, y en su mayoría su papel es efectivamente ceremonial, ya que ella no tomó decisiones de forma independiente, siempre trabajando cerca del Parlamento y el Gobierno, quienes ejercen sus poderes bajo una “Prerrogativa Real”, en nombre de ella.
A lo largo de su reinado, la Reina Isabel II vivió diversos cambios políticos. En 1952, cuando comenzó a reinar, era monarca y jefe de estado de siete estados independientes que ya mencionamos. Desde entonces, se han creado nuevos reinos a través de la independencia de antiguas colonias y dependencias, con algunos reinos convirtiéndose en repúblicas, como fue el caso de Barbados, uno de los más recientes en hacerlo el 30 de noviembre de 2021.
Bajo su reino también se vivió la descolonización británica de África, los “Problemas” de Irlanda del Norte, la integración del Reino Unido a la Unión Europea (y su posterior salida), al igual que la patria canadiense.
La reina rara vez dio entrevistas y poco se sabe sobre su opinión. Nunca expresó abiertamente sus opiniones públicas, y no es común preguntarle. En general, se percibía que tenía un fuerte sentido de deber cívico y religioso, tomando en serio su Juramento de Coronación. Demostró tener una fuerte inclinación religiosa al encontrarse con cinco papas y en sus mensajes navideños públicos llegó a mencionar la importancia de la fe en su vida.
Su imagen pública fue relativamente positiva, sin embargo, en los 80s comenzó a recibir críticas ya que se ponía en escrutinio la vida laboral de sus hijos, incluyendo al Príncipe Carlos. En Reino Unido, los 80s eran un tiempo que siguió a una crisis financiera, por lo que se comenzó a poner en duda cuánto dinero tenía la familia real. En los 90s, bajo presión pública, comenzó a pagar impuestos y el Palacio de Buckingham, el cual estaba cerrado al público, fue abierto. Al final de su vida tuvo opiniones más positivas a pesar de las acusaciones hechas en contra de su hijo, el Príncipe Andrew y su relación que tenía con el criminal sexual Jeffrey Epstein.
En 2020, se hicieron especulaciones de que su fortuna privada era de 350 millones de libras. La reina Isabel II obtenía su dinero de tres fuentes principales, según los expertos, estas son el pago anual de la Subvención Soberana, el Privy Purse y su patrimonio y herencia personal.
Más sobre la Reina
Por otra parte, la reina apoyó a más de 600 organizaciones y caridades. Una de ellas, la Charities Aid Foundation ha estimado que durante su reino logró recaudar más de 1.4 mil millones de euros.
La Reina era conocida por ser una amante de la equitación y de los perros, en especial de sus Corgis Pembroke Welsh, los cuales ha tenido desde 1933, cuando tuvo su primero, Dookie.
Isabel II no fue vista como una monarca compleja, sino que le gustaba tener una vida familiar sencilla incluso llegando a preparar sus propias comidas y limpiando todo después.
Otro asunto de interés fue su estilo, el cual era descrito más como funcional, y enfocado hacia lo apropiado, en vez de optar por atuendos o peinados de moda. Nunca se preocupó mucho por su imagen y daba un aspecto simple, aunque formal en los eventos públicos.
Isabel II fue la monarca británica que más tiempo reinó, y la jefe de estado titular que más ha servido.
FUENTE: GQ
