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Los eventos cíclicos que pueden alterar el clima de todo el mundo

En los últimos años hemos oído hablar cada vez más de El Niño y de La Niña.

¿Qué es el fenómeno de El Niño y el fenómeno de La Niña?

El fenómeno de El Niño es un evento climático que ocurre de forma cíclica pero irregular, con un intervalo de entre dos y siete años, en el Océano Pacífico tropical, que sufre un brusco incremento en la temperatura de sus aguas y desencadena lluvias intensas en América del Sur. Se produce a fines de diciembre al momento del solsticio de verano en el hemisferio sur.

El Niño provoca intensas precipitaciones, y por consiguiente inundaciones, episodios de sequías, incendios forestales y, como consecuencia de ello, la escasez de alimentos y enfermedades.

Por el contrario, La Niña es un fenómeno que produce un enfriamiento a gran escala de la temperatura de la superficie del océano en las partes central y oriental del Pacífico ecuatorial, además de otros cambios en la circulación atmosférica tropical, a saber, los vientos, la presión y las precipitaciones.

Los científicos aún no saben exactamente qué es lo que desencadena el ciclo, pero pueden detectar con antelación las señales de El Niño que se está gestando y así, una vez que aparecen las señales, los científicos pueden advertir a la población que es probable que se produzca El Niño entre seis y nueve meses después. Lo que ayuda a la sociedad a prepararse para los peligros asociados a ese fenómeno, tales como las fuertes lluvias, las inundaciones y las sequías.   

Algunos modelos climáticos predicen que el ciclo de El Niño se intensificará a medida que el planeta se caliente, lo que conllevará que El Niño sea más cálido y húmedo y La Niña más seca, y ejercerá impactos más devastadores en las comunidades de todo el mundo.

Tampoco está claro si el ciclo se ha intensificado desde que los humanos empezaron a calentar el planeta producto de los gases de efecto invernadero. Lo que los científicos si pueden decir es que El Niño ha existido durante miles de años y es probable que persista en el futuro. Y tanto si el ciclo actual cambia como si no, es probable que sintamos sus efectos con mayor fuerza.

¿Cómo afectan al clima de nuestro planeta?

El Niño es un patrón climático que causa un debilitamiento de los vientos alisios en el hemisferio sur del Pacífico. Ahora bien, cuando los alisios son muy fuertes y se refuerza la subida del agua fría en la zona ecuatorial y la temperatura del mar está por debajo de lo normal, comienza a manifestarse el fenómeno de La Niña, que viene a ser un patrón climático opuesto a las condiciones de El Niño.

Los efectos de La Niña y El Niño, que van desde sequías a inundaciones, de lluvias intensas a huracanes, puede producir indistintamente sequías en Latinoamérica, nevadas intensas en la zona norte de Estados Unidos o sequías en Australia o en las islas del Pacífico.

Y aunque siguen patrones, esto no implica que cada vez que se activen las condiciones se manifiesten de la misma manera: ningún evento de La Niña es como otro.

Desde el año 2020 se comenzaron a experimentar síntomas de un potencial fortalecimiento como fue la larga temporada de huracanes del Atlántico, condiciones de sequía en América del Sur y fuertes lluvias en Centroamérica y el norte de Suramérica.

Generalmente, La Niña se manifiesta en dos formas totalmente diferentes en América Latina: lluvias intensas y abundantes, aumento del caudal de los ríos y posteriores inundaciones en Colombia, Ecuador y el norte de Brasil; y en condiciones de sequía en Perú, Bolivia, el sur de Brasil, Argentina y Chile. Estas intensas sequías afectan los cultivos, secan ríos e impactan la generación hidroeléctrica.

Por otra parte, El Súper El Niño es la versión mas peligrosa del fenómeno climático que se hace cada vez más frecuente en el Pacífico. Cambia los patrones de circulación de la atmósfera por lo que puede causar eventos muy extremos a lo largo de todo el mundo. Desde inundaciones en India o Australia hasta diluvios en la costa oeste de Sudamérica.

Con el Súper El Niño las aguas del Pacífico se calientan hasta 3-4ºC más en comparación con la temperatura normal del océano. Solo se han reportado tres Súper El Niño desde que se llevan registros en los últimos 130 años: en 1982, después en 1998 y, el último, en 2015. Sin embargo, una investigación publicada en la prestigiosa revista estadounidense Proceedings of the National Academy of Sciences indica que este fenómeno extremo podría ser cada vez más frecuente… y más destructor. Y, de acuerdo con esta investigación, hay un responsable detrás de esto: el calentamiento global producido por la acción humana.

¿Cuáles son los efectos del “Súper El Niño”?

Los que ocurrieron en 1982, 1998 y 2015, subieron de forma alarmante la temperatura global, generaron más huracanes y tifones e incluso afectaron ciclos naturales del planeta. Sus daños pueden ir desde matar los arrecifes de coral hasta generar inundaciones, deslaves o grandes sequías. El último gran episodio de inundaciones en América del Sur y sequías en África y Asia se registró en 2015-2016.

Estos eventos climáticos extremos afectan a cientos de millones de personas y dejan miles de millones de dólares en daños. Si las causas que han generado este calentamiento en el Pacífico continúan, los eventos extremos de El Niño no solo serán mas frecuentes, sino que dejarán profundas consecuencias socioeconómicas.

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