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La corrupciĆ³n destruye la salud en Venezuela

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Por: FĆ©lix Carmona / CNP: 4.188

Las irregularidades y la ineficiencia han vulnerado el derecho a la atenciĆ³n gratuita y de calidad que contempla la ConstituciĆ³n Nacional

Luego de seis aƱos de declarada la emergencia humanitaria compleja en Venezuela, agravada por la pandemia, el colapso sanitario no ha cedido y las crecientes deficiencias comprometen cada dĆ­a mĆ”s la salud y la vida de los ciudadanos. SĆ³lo paƱitos tibios como es la remodelaciĆ³n y acondicionamiento fĆ­sico de algunos hospitales, es la soluciĆ³n que ha encontrado el rĆ©gimen, para tratar de tapar el grave problema de la corrupciĆ³n en el sector salud en Venezuela.

El deterioro de las infraestructuras hospitalarias, falta de mantenimiento a equipos mĆ©dicos, mal estado de los servicios pĆŗblicos y la deficitaria dotaciĆ³n de medicamentos e insumos son parte de la cotidianidad de quienes cumplen su jornada laboral pese a las condiciones adversas y a la insuficiente remuneraciĆ³n que reciben.

 Esta realidad es consecuencia de numerosas irregularidades asociadas a la corrupciĆ³n que se pasea, no solo en el sector salud, sino en otros sectores de la infraestructura social del paĆ­s.

Las irregularidades y la ineficiencia han vulnerado el derecho a la atenciĆ³n gratuita y de calidad que contempla la ConstituciĆ³n Nacional. La crisis sanitaria que se vive en Venezuela, es inĆ©dita y jamĆ”s parecida en la vida republicana de esta naciĆ³n. El impacto de la corrupciĆ³n en el sector salud ha sido devastador en un Ć”rea clave que involucra la vida de las personas.

Datos recabados de la Encuesta Nacional de Hospitales (ENH), 70% de los quirĆ³fanos del sistema de salud pĆŗblica no funcionan de manera adecuada y casi 100% de los equipos de imagenologĆ­a estĆ”n inoperativos. 

ā€œLa asistencia mĆ©dico-hospitalaria no existe. SĆ­, hay hospitales abiertos, en los que se hace lo que se puede, pero ninguno opera corazĆ³n ni hace trasplantes. Tampoco puede ofrecerse una atenciĆ³n idĆ³nea a una persona quemada ni a un politraumatizadoā€, seƱalĆ³ el doctor Gustavo Villasmil, quien es especialista en el Hospital ClĆ­nico Universitario, en Caracas.

Se pudo conocer tambiĆ©n que el alto porcentaje de quirĆ³fanos que funcionan a medias no solo es un problema de los hospitales especializados, tambiĆ©n ocurre en la red de atenciĆ³n primaria. Es el caso de un ambulatorio adscrito al Instituto Venezolano de Seguros Sociales (IVSS), ubicado al norte de Carabobo, donde el Ć”rea quirĆŗrgica estuvo cerrada por tres aƱos.

 Luego de donaciones del sector privado fue habilitada, pero no al 100% de su capacidad por una falla en la mĆ”quina de anestesia que impide aplicar anestesia general. Es decir, solo pueden hacer cirugĆ­as menores como la extracciĆ³n de un lipoma.

Una especialista del centro, quien pidiĆ³ resguardar su nombre, contĆ³ que no se practican endoscopias ni funciona la mĆ”quina de rayos X. ā€œSi luego del diagnĆ³stico el paciente requiere algĆŗn medicamento, es probable que no se lo entreguen en el ambulatorio, porque la valija con medicinas llega desde Caracas de forma irregular y casi siempre es insuficiente para cubrir la demandaā€.

Para Villasmil, la soluciĆ³n va mĆ”s allĆ” de pintar una fachada, remodelar por dentro un centro o una unidad hospitalaria. ā€œEl nivel en el que nos encontramos en este momento hace imposible que el Estado resuelvaā€.

 ā€œSe requiere mantenimiento de equipos -agregĆ³- que nadie paga, porque es en divisas y por mĆ”s que tengamos plomeros o electricistas, necesitamos tĆ©cnicos que manejen tecnologĆ­a alemana o norteamericana y no estĆ”n en Venezuela. Si un quirĆ³fano presenta problemas, se queda asĆ­. Y entonces tenemos que, de 15 salas, puede que solo una funcioneā€.

Se conociĆ³ tambiĆ©n que, a pesar de estar siendo remodelado internamente, en el ClĆ­nico Universitario, hospital tipo IV y con capacidad para 1.200 camas, no estĆ” en uso el tomĆ³grafo, porque en la sala no hay aire acondicionado; tampoco hay resonador magnĆ©tico y el electrocardiograma fue comprado luego de una colecta entre trabajadores del centro.

En el aƱo 2.022 para el sector salud se destinaron Bs 4.727.440.000, de los cuales Bs 2.277.457.000 fueron ejecutados por el Ministerio de Salud. Sin embargo, ningĆŗn hospital del paĆ­s maneja presupuesto desde hace varios aƱos.

Villasmil aseverĆ³ que no llega lo que se necesita y que, por ejemplo, el ClĆ­nico Universitario recibe lotes de inyectadoras, pero no hay medicinas para usarlas; o llegan guantes de una sola medida. De 10 insumos o medicamentos que se requieren para garantizar la atenciĆ³n de una persona, al menos siete deben ser comprados por los familiares. 

Otras realidades

Al Hospital Materno de Caricuao en Caracas tampoco les llega material. Los trabajadores de este centro aseguran que regularmente se produce ā€œuna fuga de insumosā€ entre el almacĆ©n, que recibe los suministros del Ministerio de Salud, y la central que se encarga de entregar el material a las demĆ”s unidades.

ā€œPor lo general, nunca hay kits de cesĆ”rea. Si el familiar sube a direcciĆ³n y reclama aparece el insumo, pero si se queda callado, se ve obligado a salir y comprarlo. Antes tenĆ­amos un stock para atender a 10 embarazadas, eso se acabĆ³. Hemos exigido que informen al personal sobre las dotaciones que llegan para verificar que realmente llegue a los pacientes, pero no nos prestan atenciĆ³nā€, dijo Haidy Atacho, enfermera de sala de parto con 18 aƱos de experiencia en ese centro asistencial. 

Entre 2020 y 2021, varios informes contabilizaron la llegada de 18 cargamentos provenientes de China, TurquĆ­a e IrĆ”n, contentivos de insumos para atender la enfermedad por coronavirus y otras patologĆ­as. No obstante, el Estado asumiĆ³ una polĆ­tica de opacidad y se desconocen detalles de la distribuciĆ³n de esos materiales. 

Al Materno de Caricuao han llegado antibiĆ³ticos y antiemĆ©ticos -que son para prevenir vĆ³mitos- de esas tres naciones, pero el uso de estos fĆ”rmacos implica un problema: la falta de instructivo. Si en la farmacia del hospital no hay una lista con las especificaciones de cada medicamento importado, el personal de enfermerĆ­a desconoce quĆ© puede suministrar.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) tambiĆ©n ha aportado a este hospital tipo III. Desde 2018, este organismo provee de material mĆ©dico-quirĆŗrgico a la sala de parto y a la unidad de cuidados intensivos. TambiĆ©n han apoyado financieramente para garantizar el suministro de agua en estas dos Ć”reas.

Atacho apuntĆ³ que los insumos que consigna Unicef no estĆ”n dentro de los que se han hurtado. ā€œEllos hacen contralorĆ­a. Son estrictos con lo que entregan, las cantidades y el tiempo estimado de duraciĆ³nā€, agregĆ³ la enfermera. 

Un grave problema mƔs

La atenciĆ³n mĆ©dica estĆ” estrechamente asociada con la calidad de la prestaciĆ³n de los servicios pĆŗblicos. Villasmil es enfĆ”tico en este punto: ā€œNingĆŗn hospital pĆŗblico en los Ćŗltimos cinco aƱos ha tenido agua y luz las 24 horas del dĆ­a y los siete dĆ­as de la semana. Eso no existeā€. 

En su informe de 2022, la ONG Monitor Salud publicĆ³ que, de 69 hospitales, 43 reportaron que el agua no llegaba a todas las Ć”reas del centro, por lo que debĆ­an abastecerse con cisternas o pozos. En otros casos, como el del ambulatorio del IVSS en Carabobo, los trabajadores recogen el lĆ­quido que llega a la planta baja y lo llevan en tobos a los pisos. Esta situaciĆ³n empeora la calidad de la atenciĆ³n y pone en riesgo a pacientes y trabajadores.

En el Materno de Caricuao no falla la electricidad, pero sĆ­ el agua en las unidades de hospitalizaciĆ³n y emergencia. TambiĆ©n tienen problemas de filtraciĆ³n y se vieron obligados a cerrar la unidad de observaciĆ³n pediĆ”trica, que contaba con 20 camas, porque las tomas de oxĆ­geno se daƱaron y no han sido reparadas.

En materia de suministro de energĆ­a elĆ©ctrica el panorama es preocupante. De acuerdo con la mediciĆ³n de la ENH, los hospitales venezolanos pasan un promedio de cuatro horas sin servicio. Registros de organizaciones civiles dan cuenta de que entre 2020 y 2021, los dos primeros aƱos de la pandemia, al menos 216 personas fallecieron por ā€œcausas atribuibles a los cortes de energĆ­aā€.

ā€œUn hospital sometido a cortes de luz pone en peligro a pacientes dependientes de asistencia respiratoria o limita la movilidad de los pacientes y el personal porque, por ejemplo, los ascensores dejan de funcionarā€, reseƱa la ENH.

Durante los dos primeros meses de 2022, 8% de 40 centros asistenciales a escala nacional reportaron tener planta elĆ©ctrica instalada, pero no operativa. Pese a este escenario, que se ha recrudecido en los Ćŗltimos aƱos, los especialistas afirman que la vocaciĆ³n los mantiene firmes en su labor, aunque el salario no les permite ni siquiera comprar tapabocas y guantes que no son garantizados por las autoridades hospitalarias.

Transparencia Venezuela ha advertido que el virus de la corrupciĆ³n es el principal responsable de la crisis en el sector salud. La organizaciĆ³n reitera su llamado a que las autoridades implementen las medidas necesarias para minimizar los riesgos de corrupciĆ³n y que se atiendan de forma perentoria las deficiencias que atentan contra la vida de los venezolanos, cuyos derechos humanos son vulnerados de forma sistemĆ”tica. 

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