Aunque las altas temperaturas ya están afectando a diversas partes del mundo, los expertos de la NASA indican que aún no hemos experimentado lo peor de ‘El Niño’. Gavin Schmidt, climatólogo y director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA, señaló que ‘El Niño’ apenas ha comenzado a manifestarse en los últimos meses y aún no está teniendo un impacto importante en el calor extremo que se experimenta este verano.
Añadió que «anticipamos que 2024 va a ser un año aún más caliente, porque vamos a empezar con ese fenómeno de El Niño», dijo Schmidt. Agregó así mismo que «alcanzará su punto álgido hacia finales de este año, y su magnitud tendrá un gran impacto en las estadísticas del año siguiente».
El pasado mes de junio fue el más caluroso jamás registrado en el planeta, según informó a principios de mes el Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea. Varios días de julio fueron los más calurosos del planeta en los registros modernos que llevan dos agencias climáticas de EE.UU. y Europa.
Schmidt del Institute for Space Studies, de la NASA, señaló también que el aumento de las temperaturas está en línea con lo que los científicos han predicho, a medida que los seres humanos queman más combustibles fósiles y bombean más emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, experimentamos el aumento de la temperatura.
El cambio climático, provocado por la quema de combustibles fósiles, está directamente relacionado con la temperatura de la Tierra, afirmaron científicos de la NASA. Y El Niño, el patrón climático natural del Pacífico tropical que eleva la temperatura de la superficie del mar por encima de la media e influye en el tiempo, no ha hecho más que empezar en los últimos meses, por lo que aún no está teniendo un gran impacto en el calor extremo que está sufriendo la población mundial este verano, según Gavin Schmidt, climatólogo y director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA.
«En realidad recién emergió, así que lo que vemos no se debe realmente a El Niño», declaró Schmidt a la prensa. «Lo que estamos viendo es el calor general en casi todas partes, especialmente en los océanos (…). La razón por la que pensamos que esto va a continuar es porque seguimos introduciendo gases de efecto invernadero en la atmósfera. Hasta que dejemos de hacerlo, las temperaturas seguirán subiendo».
La ola de calor intensa, está afectando el sur y el suroeste de EE.UU. —y a medida que las temperaturas se disparan en todo el hemisferio norte— científicos de la NASA advirtieron que ni siquiera hemos visto lo peor de El Niño y que el próximo año será aún más caliente para el planeta.
Funcionarios de la NASA creen que hay un 50% de posibilidades de que 2023 sea el año más caliente jamás registrado. Pero, es probable que un sofocante 2024 lo supere, precisamente por la influencia de El Niño. Los científicos también hablaron del devastador impacto que el cambio climático está teniendo en los océanos de la Tierra, al tiempo que las temperaturas del océano Atlántico Norte se disparan durante el verano.
«Los océanos tienen fiebre», dijo Carlos Del Castillo, jefe del Laboratorio de Ecología Oceánica de la NASA. «Este asunto de la temperatura oceánica no es un problema que se quede en el océano: afecta a todo lo demás». Castillo señaló que unas temperaturas oceánicas más altas pueden hacer que los huracanes sean más fuertes y que el nivel de los océanos aumente debido al deshielo de los glaciares. «Incluso cosas que no tienen precedente no son sorprendentes», afirmó Schmidt.
Los estudiosos del clima señalan que “julio del 2024, será el mes más caliente que sufrirán los habitantes de la tierra”. Alertaron también sobre los efectos dañinos, sufrirán millones de personas que viven junto a la costa, que se verán afectados económicamente. Expresaron que «lo que estamos viendo aquí es anómalo y está por encima de la tendencia esperada. Anticipamos que 2023 no solo será excepcionalmente caliente, sino que2024será aún más cálido».
Según los cálculos de la NASA, julio de 2023 fue 0,24 grados Celsius más cálido que cualquier otro mes de julio registrado y fue 1,18 Celsius más cálido que el promedio de julio entre 1951 y 1980. Los cinco julios más calurosos desde 1880han sucedido todos en los últimos cinco años, señala la institución. El anterior récord estaba en julio de 2019.
Las consecuencias del fenómeno meteorológico de El Niñoson parte de la causa de este aumento, señala Schmidt, aunque sus posibles efectos todavía no se han visto por completo este año y se espera «un evento más grande hacia el final del año». El mayor impacto de El Niño ocurrirá en 2024. Además, afirma, «están sucediendo otras cosas más allá de El Niño», con «temperaturas extremas en el Atlántico Norte» y en otras partes hay «una persistencia de anomalías en la temperatura de la superficie del mar».
Otra consecuencia del calentamiento global es el aumento de la temperatura de los océanos, como declara a Efe Carlos Del Castillo, jefe del laboratorio de ecología oceánica en el NASA Goddard Space Flight Center. «Lo que pasa en el mar no se queda en el mar. Lasaguas oceánicas están mucho más calientes y eso hace que esa agua caliente vaya a la atmósfera, algo que intensifica las tormentas y crea huracanes», explica.
La temperatura del mar puede incluso contribuir a que «haya tormentas de nieve mucho más fuertes, aunque parezca contradictorio». «Todo tiene que ver con la cantidad de energía que hay en el sistema», detalló.
Y, al final, lo que deja el incremento de la temperatura en el océano es un perjuicio general para la economía del planeta, «no solamente en términos de alimentos, sino de comercio, con rutas marítimas afectadas por haber más tormentas». Unos efectos económicos que tambiénsufrirán los millones de personas que viven junto a la costa. «Las tormentas y huracanes afectarán a la infraestructura costera y habrá más inundaciones», concluyó.
Para aquellos que todavía no han entendido que es ‘El Niño’, el mismo es un fenómeno climático que ocurre cada tres a siete años y está asociado con el calentamiento de las temperaturas de la superficie del mar en el Océano Pacífico tropical. Si bien su impacto es global, tiene efectos especialmente pronunciados en los patrones meteorológicos y climáticos de diversas regiones del mundo. En el contexto actual de cambio climático impulsado por la actividad humana, ‘El Niño’ podría tener un impacto aún más significativo en las temperaturas.