
Por: José Antonio Aguirregomezcorta Gragirena
Charles Christopher Parker, Jr.es uno de los tres jazzistas más influyentes de la historia de la música y nació Kansas City, tal día como hoy 29 de agosto de 1920, hace 103 años atrás. Fue saxofonista y compositor, es considerado uno de los 3 mejores intérpretes de saxofón de la historia musical sin distingo de géneros ni tendencias.
Es una de las figuras más importantes en la evolución de la música en el Siglo XX e igualmente uno de los artistas más legendarios y admirados. Conjuntamente con Louis Armstrong, Duke Ellington, Dizzy Gillespie y Miles Davis, conforma el quinteto de jazzistas – de músicos – más importantes en el showbusiness, ya que entre ellos crearon lo que hoy es tan corriente y común: giras, conciertos, entrevistas, ruedas de prensa, grabaciones anuales o semestrales, cooperaciones entre músicos, fusiones de muy distintos géneros y muchos otros aspectos que harían casi infinita esta lista.
Junto con Bud Powell (piano), Dizzy Gillespie (trompeta), Max Roach (batería), Charles Mingus (bajo) crearon casi de la nada, las armonías, tonos, escalas y polirrítmia del Be Bop: el estilo de Jazz que sirvió de rompeaguas en el devenir de la música como tal, y a la vez, dió origen a las «estrellas» de la música que hasta ese momento, esa figura, era inexistente. Es decir, esos iconos Pop de hoy, existen gracias a estos jazzistas que a inicios de la década de 1940, rompieron con todo lo establecido encabezados por Charlie Parker.
Su estilo quebró el del Swing y se basa en la improvisación sobre una melodía modificando los acordes, creando así nuevas variaciones sobre la estructura de los temas. En este sentido, aparte de su obra interpretativa, Parker es autor de varios temas que se han convertido en estándares del jazz, como «Ornithology», «Anthropology», «Scrapple from the Apple», «Ko Ko», «Now’s the Time» y «Parker’s Mood».
Sus inicios en la música fueron de niño. Tocó en un principio el bombardón (tuba barítono), antes de cambiarse al saxofón. Su madre se negó a la tuba, pensando que no era un instrumento adecuado para él, así que, ahorrando de todas partes, le compró un saxo alto. Aprendió de manera autodidacta al comienzo fijándose en los grandes saxofonistas de la época, sobre todo en Lester Young y Buster Smith, sus primeras influencias. A los catorce años abandonó la escuela para sumergirse de lleno en el ambiente musical de su ciudad. Tras algunas experiencias frustrantes en varias jam sessions, Parker consiguió, después de trabajar mucho su técnica, ser considerado ya en 1937 (al unirse a la territory band de Jay McShann), una primera figura del jazz.
Parker llegó por primera vez a Nueva York en 1939, donde trabajó como lavaplatos en un club donde podía oír todas las noches a Art Tatum. Realizó su grabación de debut con Jay McShann en 1940, creando solos destacados con un pequeño grupo de la orquesta de McShann en temas como «Oh, Lady Be Good» y «Honeysuckle Rose». Con la big band de McShann lograría en 1941 impresionar a las audiencias con sus nuevas ideas musicales. Tras tocar con Dizzy Gillespie por primera vez en 1940, tuvo una breve colaboración con la orquesta de Noble Sissle en 1942, tocó el saxo tenor con la orquesta de bop de Earl Hines en 1943 y estuvo varios meses de 1944 en la orquesta del cantante Billy Eckstine, aunque la abandonaría antes de que el grupo hiciese sus primeras grabaciones. Gillespie formaba parte también de las orquestas de Hines y Eckstine; a finales del 1944 los dos músicos empezaron a trabajar juntos.
Aunque Charlie Parker grabó con el grupo de Tiny Grimes en 1944, fue su colaboración con el trompetista Dizzy Gillespie en 1945 la que lo daría a conocer de forma definitiva en el mundo del jazz con temas tan novedosos como «Groovin’ High», «Dizzy Atmosphere», «Shaw ‘Nuff», «Salt Peanuts» y «Hot House»; sus solos representaban una novedad absoluta para los oyentes acostumbrados a los convencionalismos de Glenn Miller y Benny Goodman. Sus grabaciones de 1943 y 1944 dieron carta de naturaleza al Be Bop.
La salud de Parker se vio afectada por las drogas. Adicto a la heroína desde su adolescencia luego de sufrir un accidente automovilístico, muchos músicos le imitaron en esto con la convicción de que así podrían elevar su calidad musical, lo que posteriormente, se generalizó entre muchos músicos de todas las expresiones. Hasta en esto Parker influyó.
Cuando Gillespie y Parker (conocidos como «Diz and Bird») viajaron a Los Ángeles, fueron recibidos con una mezcla de hostilidad e indiferencia, sobre todo por los músicos más veteranos. Regresaron a Nueva York. Pero de forma impulsiva, Parker decidió quedarse en Los Ángeles y tras algunas grabaciones e interpretaciones – incluyendo la clásica versión de «Oh, Lady Be Good» con Jazz at the Philharmonic y las sesiones para el álbum Dial Sessions – la combinación de drogas y alcohol resultó en un ataque cerebral y seis meses de confinamiento en el Camarillo State Hospital. Rehabilitado en enero de 1947, volvió a New York y realizó algunas de las mejores interpretaciones de su carrera, liderando un quinteto que incluía a Miles Davis, Duke Jordan, Tommy Potter y Max Roach.
En 1947, junto a Dizzy Gillespie, se presentó en el Carnegie Hall de Nueva York, tocando con la orquesta de este y con su quinteto: este disco significó la presentación en sociedad de Luciano «Chano» Pozo – el mítico conguero cubano nacido en el barrio habanero El Vedado, en el solar Pan con Timba (lo visité hace un buen puñado de años) – que introdujo la percusión caribeña en USA y sirvió de enlace entre lo afrocaribeño y lo afronorteamericano que poco después género lo hoy nombrado Latin Jazz.
El evento se encuentra disponible en el disco Charlie Parker & Dizzy Gillespie: Bird & Diz at the Carnegie Hall. Parker, que grabó simultáneamente para las compañías Savoy y Dial, estuvo en plena forma durante los años 1947-1951, visitando Europa en 1949 y 1950, y realizando el viejo sueño de grabar con cuerdas en 1949 tras firmar con el sello Verve de Norman Granz.
En 1951, su licencia de cabaret le fue revocada en Nueva York, lo que le dificultaba tocar en clubes. Sus problemas con las drogas se agudizaron y, aunque podía seguir tocando de forma inspirada – como lo demuestra su grabación de 1953 en el Concierto en el Massey Hall en Toronto, Canadá con Dizzy Gillespie, Bud Powell, Max Roach y Charles Mingus, su carrera entró en declive por sus continuos excesos. Muere una de sus hijas, su pareja más querida madre de esa niña, Chan Parker, se hastía y le deja; le debía a todo el mundo, ya que «martillaba» a sus colegas y/o les pagaba mal para comprar sus narcóticos y hasta su más aventajado alumno Miles Davis, y su «alto pana» Dizzy Gillespie, le dan la espalda obstinados. Con la muerte de su hija con Chan, protagonizó dos intentos de suicidio y, finalmente, Parker murió el 12 de marzo de 1955 en la suite de su amiga, melómana y gran mecenas, la Baronesa Pannonica de Koenigswarter, en el hotel Stanhope de Nueva York, mientras veía en la televisión un famoso programa de un caballo hablador. Las causas oficiales de la muerte fueron una neumonía lobar y una úlcera sangrante, pero Parker también tenía un caso avanzado de cirrosis y había sufrido un ataque al corazón mientras reía a carcajadas disfrutando el programa. El forense que realizó su autopsia estimó erróneamente que el cuerpo de Parker, de 34 años, tenía entre 55 y 60 años. Así fue su deterioro.
Tengo toda su discografía la cual es una de las secciones más valoradas en mi colección privada, personal y particular. Entre esos discos, está el que se puede considerar el primer long play de Latin Jazz; asimismo, es el primero en el que músicos hispanos intercambian sonoridades, estudio de grabación y estilos con músicos norteamericanos, negros y blancos por igual, lo que también, por el momento histórico social de USA, significó una de las primeras producciones en las que se rompió esas barreras del apperheid racista que aún hoy permanece por USA y el mundo entero… Corria el año 1948.