La muerte de seis personas, además de casas y autos sepultados en lodo provocó el poderoso ciclón Yaku, que ha desatado lluvias torrenciales en la región norte de Perú en los últimos días.
En las ciudades costeras del norte de Trujillo y Lambayeque, los residentes caminaron por el agua hasta la rodilla y los automóviles se arrastraron por las calles inundadas. El agua marrón caía en cascada por los escalones de los peatones.
“Mi casa estaba llena de agua hasta la cintura”, dijo emocionada a los periodistas una mujer no identificada de Trujillo.
“Nos alcanzó, hemos perdido todo, yo perdí todo. Ni siquiera tengo donde dormir, donde sentarme”.
El ciclón es la última crisis que golpea a Perú, donde las protestas antigubernamentales han sacudido al país desde que el Congreso destituyó al expresidente Pedro Castillo en diciembre.
El gobierno de la presidenta Dina Boluarte declaró el estado de emergencia en 400 distritos para tratar de aliviar los efectos del ciclón. Cerca de 60 personas han muerto desde el inicio de la temporada de lluvias, según el Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI).
“Es triste y doloroso. Las familias quedan atrapadas en el lodo, los cultivos de arroz se inundan y no se ve el curso del río, se pierde”, dijo Boluarte. “Esto no puede continuar”.
