Dr. José Ernesto Pons/@joseponsb
La teoría del estado psicosocial es un proceso creíblemente nuevo y novedoso, logrando que el fracaso pueda derivarse de haber sido considerado nuevo, pero no por sus concepciones, sino, por las dudas o el miedo. Por otro lado, lo nuevo tiene en su contra, no solamente teorías y conceptos viejos, sino también fuerzas sociales y políticas que se movilizan con particular eficacia cuando son confrontadas con algo inédito. Sousa (2010)
¿Cómo encaminar tantos intereses mezquinos, como expectativas de los pueblos latinoamericanos? Una visión simple pero colmada de grandes verdades dentro del espectro de una nueva ciudadanía que viene desarrollándose a lo largo del continente, resultado de muchos factores de los cuales pudiésemos señalar: Hastío y rechazo por las nuevas generaciones que buscan nuevos derroteros, familias que logran concebir en la moral y el “deber ser” la ruta de vida para estos y sociedades inconformes ante las terribles realidades con las formas y modos de actuar en la relación Estado-ciudadano o gobiernos-familias, como Estado-gobiernos-sociedades.
Si vamos a un debate con la izquierda (socialismo o Comunismo) los elementos ideológicos que esgrimen, van por lo general, en contra de lo que estos han logrado y establecido a través de los años, cuyas huellas se repiten a través del tiempo y los países; hambre, miseria, devastación, entre muchas más, logrando con ello que el cometido de un Estado a favor del ciudadano, las familias y comunidades quede en letra muerta.
Por otro lado, la ausencia de conceptos psicosociales en la gestiones de derecha logran exacerbar la paciencia de los pueblos, quienes le quitan el apoyo en elecciones, a pesar que muchas veces la economía esté fortalecida o en crecimiento. Esto lo que nos demuestra es que algo pasa. Hay un faltante que irrumpe en el corazón de los pueblos, lo que los hace propensos a creer en “Canticos de Sirena, como la cacareada justicia Social.
Casos conocidos sobreabundan en el continente, Chávez en Venezuela, Gustavo Petro en Colombia, Mauricio Macri en Argentina, Pedro Castillo en Perú y así sucesivamente. Se demuestra que nada hay que buscar en la izquierda en la región y el recelo tan profundo hacia la derecha, que “cojea” y no entiende la voluntad, el deseo y el logro del éxito en los pueblos del Continente.
Es entonces que nuevas vías aparecen, cada una lo expresa bajo sus criterios ajustados a sus realidades. Pero lo importante es notar la gran necesidad de un cambio en nuestros contextos. El caso de la teoría política desarrollada por Boaventura de Sousa Santos constituye una opción teórica válida, entre varias que, con las del Estado psicosocial latinoamericano irrumpen el umbral de las ciencias para afirmar su presencia ante el Continente.
Esta última, se nutre de las ciencias del comportamiento humano, (sicología y sociología) ciencia política y jurídica, la antropología y la ecología. Esta aseveración nos garantiza a través de su metodología científica, que las posibilidades de fracaso están limitadas a un 10% o 5 %. Es entonces que logramos divisar y ofrecer un derrotero novedoso, mensurable y divertido.