El expresidente Donald Trump negó el pasado viernes haber compartido información clasificada sobre submarinos nucleares de Estados Unidos con un empresario australiano en una reunión en su club de Mar-a-Lago, en Florida, poco después de dejar la Casa Blanca, desestimando revelaciones de varios medios.
Según The New York Times, citando fuentes anónimas, identificó al ejecutivo como el magnate Anthony Pratt, que dirige una de las mayores empresas de empaquetado del mundo.
ABC News, que reveló primero la historia, dijo que Pratt compartió más tarde detalles sensibles sobre los submarinos estadounidenses con «decenas de otras personas, incluyendo más de una docena de funcionarios extranjeros, varios de sus propios empleados y un puñado de periodistas».
Las fuentes dijeron al New York Times que las revelaciones de Trump «ponían potencialmente en peligro la flota nuclear estadounidense».
El expresidente estadounidense calificó las revelaciones de «ridículas ya que son temas que solo lo maneja personal específico».
«Estas historias falsas las están difundiendo fiscales corruptos que intentan interferir en las elecciones presidenciales de 2024», acusó, sin ofrecer prueba alguna, pero ubicándose en el plano a donde lo quieren llevar ciertos actores con la finalidad de desprestigiar su favoritismo en la población y los colegios electorales.