Tren Maya generó críticas indígenas y ambientalistas, porque representa los primeros 473 kilómetros de los más de 1.500 presupuestados.
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador encabezó la apertura de la primera etapa del megaproyecto estandarte de su Administración.
A pesar de juicios, manifestaciones populares, preocupaciones ambientales y señalamientos internacionales, López Obrador inauguró este 15 de diciembre el Tren Maya.
Tren Maya
Junto a la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, el presidente mexicano anunció la apertura de las primeras seis estaciones del megaproyecto ferroviario.
«Es una obra magna, no exageramos si decimos que no hay una obra así en la actualidad en el mundo y se logró también en tiempo récord»
El próximo tramo será el que conecte a Palenque, en Chiapas, el próximo 30 de diciembre, aunque el trazado completo estará en febrero del 2024, según estima el Gobierno.
El tren viajará a 120 kilómetros por hora, conectando Campeche con Cancún en seis horas, según comentó el general Óscar David Lozano, director del proyecto.
El costo de los boletos varía entre los 70 hasta los 100 dólares por viaje, un poco menos de lo que cuesta el transporte en autobús del mismo trayecto.
Se desplegarán más de 2.800 activos de la Guardia Nacional para patrullar las vías, apoyados por «drones, cámaras, radios, radio patrullas y helicópteros» para salvaguardar la infraestructura del Tren .
Críticas indígenas y ambientalistas
El Tren Maya es uno de los proyectos públicos más polémicos, con más de 20 amparos legales y múltiples juicios en proceso, por violaciones a las leyes ambientales y a los derechos de las comunidades indígenas.
López Obrador restó importancia a las críticas, calificando las acciones como politiquería de «pseudodefensores del medio ambiente.
Peligro ambiental
Con cinco tramos en construcción y un costo de 28 mil millones de dólares, el proyecto conectará cinco de los estados : Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Chiapas y Tabasco.
Ambientalistas dicen que se erradicaron miles de kilómetros de biodiversidad en uno de los pulmones de América Latina.
El Tren Maya afectará alrededor de 23 áreas naturales protegidas en la zona, además de deforestar más de 2.500 hectáreas de la selva en la península de Yucatán.
El trazado del proyecto cambió en múltiples ocasiones debido a la complejidad del territorio selvático en el que se encuentra un sistema de lagunas subterráneas conocidas como cenotes.
Los cenotes, además de ser un tesoro natural del país, son responsables de abastecer de agua limpia a las comunidades aledañas.
Cuestionamientos de los indígenas
Grupos originarios de la región denunciaron que el Gobierno mexicano viola el derecho a la autonomía y libre determinación de las comunidades.
En 2019, el Gobierno de López Obrador impulsó una consulta popular, implementando tantos sesiones informativas como deliberativas, que finalmente fue ratificado por las comunidades consultadas.
Otras comunidades protestaron y la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México los apoyó, argumentando que «no se cumplieron los estándares internacionales» en las consultas.
