La ministra alemana de Desarrollo, Svenja Schulze, quiere intensificar la asociación con América Latina y el foco de la cooperación es la protección del clima.
«Alemania hace bien en cuidar e intensificar su cooperación con América Latina, ya que nuestro orden mundial se volverá cada vez más multipolar. En ese sentido, nos queda claro que dependemos los unos de los otros. Sin los países de Latinoamérica, no podremos controlar el cambio climático”, dijo Schulze en Berlín, durante la presentación de un documento sobre la postura de su ministerio hacia América Latina.
Desde hace seis meses La Paz, Bolivia, cuenta con el servicio «Médico en tu casa”: seis automóviles eléctricos son el transporte de los profesionales médicos para poder llegar a los rincones más alejados de la capital de Bolivia. Se trata de un proyecto modelo de asociación comunal entre La Paz y la ciudad de Bonn, financiado por el Ministerio alemán de Cooperación Económica (BMZ).
«Aquí la gente tiene mucha confianza, porque sabe que, en caso de emergencia, los autos llegan de inmediato al lugar. La ciudad de Bonn nos ha ayudado mucho, porque queremos continuar desarrollando el tema de la movilidad eléctrica sostenible”, dice María del Carmen Rocabado, de la Secretaría Municipal de Planificación de La Paz.
La protección del clima y la adaptación al cambio climático están en el centro de la cooperación bilateral, como, por ejemplo, la instalación de celdas fotovoltáicas sobre los techos de La Paz. Pero también proyectos piloto contra la amenaza de escasez de agua, para crear sistemas de alerta temprana en caso de peligro de deslizamiento de tierras, y para el reciclaje de vidrio, papel y plástico, a fin de mejorar la gestión de desechos.
En noviembre de 2023 se espera, una vez más, la llegada de una delegación de Bolivia a la ciudad alemana. La Paz y Bonn quieren -como muchas de las 130 cooperaciones municipales entre Alemania y América Latina- elevar la cooperación a un nuevo nivel. El objetivo es implementar un plan climático eficaz, que también mida el efecto invernadero de manera confiable. Además, están interesados en hacer de la cooperación un trío, sumando a Oxford, ciudad hermana de Bonn.
Latinoamérica ya no es descuidada por Alemania
Historias de éxito como esta son las que refiere la ministra alemana de Desarrollo, Svenja Schulze, cuando habla de las nuevas perspectivas de la cooperación con los países de América Latina y el Caribe. A eso se suma que políticos alemanes visitan la región: el canciller alemán, Olaf Scholz, estuvo en Argentina, Brasil y Chile a principios de este año; la ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, junto con el ministro de Trabajo, Hubertus Heil, acaban de llegar de Colombia y México, y también Svenja Schulze viajó recientemente a Brasil.
Durante años, Alemania alabó los estrechos vínculos con Latinoamérica, pero ahora el gobierno alemán parece finalmente estar pasando del dicho al hecho. Eso tiene mucho que ver con que Alemania espera un mayor apoyo de Latinoamérica hacia Ucrania, luego del ataque de Rusia a ese país. Pero también con la falta de personal calificado en Alemania, sobre todo, en el área de enfermería y cuidados sanitarios, que este país quiere solucionar atrayendo a enfermeras y enfermeros latinoamericanos. Y con el «oro blanco” del sector energético, el litio, indispensable para el paso hacia la electromovilidad en Alemania.
Sin embargo, a Svenja Schulze le preocupa uno de los problemas más urgentes de nuestro tiempo: el cambio climático. Por eso, quiere iniciar un nuevo capítulo en las relaciones con el subcontinente.
Protección conjunta del clima, el mayor desafío
El cambio climático golpea con violencia ahora sobre todo a América Latina. La capital uruguaya de Montevideo se está quedando sin agua potable; los incendios forestales asolan a Chile y Argentina, y aumentan las emisiones de CO2 al nivel más alto desde hace 20 años. En México murieron recientemente más de 100 personas a causa de golpes de calor y deshidratación, debido a que las temperaturas llegaron hasta los 50ºC. Por eso, la ministra de Desarrollo quiere ayudar a Brasil a frenar la tala de la selva amazónica, y a incentivar la neutralidad climática en la economía, con sociedades como la de La Paz y Bonn.
Otro aspecto es el de la lucha contra la criminalidad en América Latina y el Caribe, que el Ministerio de Desarrollo quiere impulsar respaldando a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Una de cada tres muertes violentas en el mundo se produce en la región.
Asimismo, la política de Desarrollo feminista en Alemania apunta a combatir las desventajas que afectan a las mujeres latinoamericanas. Un objetivo: aumentar gradualmente la tasa de
Svenja Schulze, exige: «Las mujeres deben estar representadas por igual en los puestos directivos, las oficinas y los comités, y necesitan un acceso equitativo a los recursos financieros, como la propiedad de la tierra o los préstamos. Centrarse más en las mujeres puede convertirse en un verdadero factor impulsor del desarrollo para América Latina».