Revelan misterio de Gran Agujero Azul en Belice. Un cráter en las profundidades del Mar Caribe cuya creación o función dentro del ecosistema es un enigma y para la comunidad de científicos y exploradores, una de las mayores incógnitas de Centroamérica..
El Gran Agujero Azul es uno de esos lugares naturales que aún permanecen envueltos en un halo de misterio.
En una exploración sin precedentes buzos lograron llegar al fondo del Gran Agujero Azul en Belice.
El Gran Agujero Azul es el segundo agujero más profundo de la región con 274 metros, un gran sumidero ubicado en la costa de Belice en el centro del arrecife Lighthouse, un pequeño atolón situado a 100 kilómetros de la costa continental y de la ciudad de Belice, que abarca un área aproximada de 13.690 m2.
Al ubicarlo desde el aire, también se observa su cercanía al límite con México, frente a la Península de Yucatán, donde las aguas que rodean el agujero de forma circular, son famosas por generar vértigo entre sus navegantes.
Jacques-Yves Cousteau, oceanógrafo francés, fue el primero en descubrir y otorgar fama mundial al Gran Agujero Azul, cuando en 1960 realizó la primera inmersión declarando al sumidero, como uno de los diez mejores sitios en el mundo para bucear.
En lengua maya, “Gran Agujero Azul” se define como Taam ja’ y luego de la aventura de Cousteau, es uno de los lugares predilecto por los turistas para practicar buceo y snorkel.
Exploración submarina
A pesar de la fama que le otorgó Jacques-Yves Cousteau al sumidero, él nunca se atrevió a sumergirse en su interior, sin embargo, su nieto, Fabien, y el multimillonario dueño de Virgin Group, Richard Branson, sí aceptaron la idea de viajar hasta el suelo del mismo con un submarino.
Hace seis años se realizó la primera exploración en el cráter y lo que hallaron dentro los dejó perplejos. A medida que avanzaba la nave, el agua se tornaba cada vez más oscura, hasta que se toparon con una capa de sulfuro de hidrógeno. Luego de ello, ya no había vida bacteriana ni de peces o algas.
El sumergible avanzó y descubrió algunas cuevas con estalactitas, lo que llamó la atención de los científicos, ya que hasta ese momento, siempre se creyó que solo se formaban en la superficie terrestre. A medida que continuaron con la travesía, llegaron a pocos metros del suelo, pero no lo tocaron. Allí divisaron una botella de vidrio de dos litros y una cámara GoPro de un turista. Esto dejó expuesto el nivel de contaminación de los mares y hasta dónde es capaz de llegar la basura.
Sin embargo, no es lo único que encontraron en la expedición. Para su sorpresa, aparecieron dos cuerpos humanos. Se presume que se tratarían de dos buzos que no lograron salir a la superficie. Tanto Richard como Fabien informaron al gobierno de Belice de su existencia, pero decidieron mantenerlos ahí.
La expedición que llevó a cabo la inmersión hasta la profundidad del agujero, y presentó las inéditas imágenes, fue patrocinado por ECOSUR con seis investigadores de diferentes disciplinas y especialidades.
Con equipos de sondeo comenzaron a conocer las características que hacen único al gran agujero. Durante la exploración, los buzos descubrieron pendientes de ochenta grados, lo cual se puede identificar como paredes verticales en lo profundo del océano que descienden desde el fondo de la bahía hasta llegar a los 274 metros de profundidad. Las paredes forman un anillo circular recubierto por material de yeso, partículas bacterianas y microorganismos.
La entrada, ubicada a 4,5 y 5 metros bajo el nivel del mar, marca el acceso a Taam ja’, una gran estructura cónica que abarca un área de aproximadamente 13.690 m2, con lados prácticamente verticales. A diferencia de las fosas marinas, que se forman por el movimiento de las placas tectónicas y pueden medir hasta 11.000 metros de profundidad, los agujeros azules se forman lentamente debido a la entrada y salida de agua saladasobre el suelo formado por roca caliza.
El agujero azul más grande del mundo se encuentra en Sansha Yongle, China. Tiene una profundidad de 300 metros y es conocido como El Hoyo del Dragón.