Activistas y religiosos realizaron una procesión en la frontera sur para pedir el apoyo del Gobierno mexicano por escrito, que les permita transitar de forma regular en el país hasta la frontera norte, en busca del «sueño americano».
Esto como parte de la Jornada Mundial del Refugiado y el Migrante que se realizó en medio de una nueva oleada migratoria que anticipa un nuevo récord de solicitudes de asilo y una crisis humanitaria.
Los migrantes, que en su mayoría se encuentran en México de forma irregular, caminaron por las principales calles de Tapachula con pancartas, banderas, mientras realizaban oraciones para pedir al Gobierno mexicano les atienda y les otorgue documentos para dejar Tapachula.
El padre César Augusto Cañaveral Pérez, coordinador de la dimensión pastoral de la movilidad humana en la Diócesis de Tapachula, dijo que el mayor flujo migratorio que se tiene es originario de Cuba, seguido de Venezuela, Centroamérica, así como los mexicanos que intentan ir a los Estados Unidos.
«Lo que está viviendo Tapachula, es una migración desordenada porque los flujos migratorios o éxodos cada día son más complejos y más difíciles para poder llegar a Estados Unidos.»