El organismo emisor advierte sobre nuevas alzas en el futuro ante «fuerte depreciación del peso».
El Consejo del Banco Central decidió continuar con ajustes agresivos a la tasa de interés en Chile ante la fuerte inflación que golpea al país y la potente -e histórica- depreciación del peso, subiéndola en 75 puntos base hasta 9,25%.
Dicha alza, se ubicó en la parte alta de las expectativas del mercado, que preveía un incremento de la Tasa de Política Monetaria (TPM) entre 50 y 75 puntos base. La decisión fue adoptada por la unanimidad de los consejeros y estuvo en línea con los aconsejado por el Grupo de Política Monetaria (GPM) el pasado lunes.
Dicha alza, se ubicó en la parte alta de las expectativas del mercado, que preveía un incremento de la Tasa de Política Monetaria (TPM) entre 50 y 75 puntos base. La decisión fue adoptada por la unanimidad de los consejeros y estuvo en línea con los aconsejado por el Grupo de Política Monetaria (GPM) el pasado lunes.
En su análisis, publicado tras su Reunión de Política Monetaria (RPM) llevada a cabo entre ayer y hoy, la entidad presidida por Rosanna Costa expuso que la inflación total ha seguido aumentado y alcanzó 12,5% anual en junio, mientras que el componente subyacente subió 9,9% anual.
«Los últimos datos de inflación han estado prácticamente en línea con lo previsto en el IPoM de junio, con sorpresas acotadas a productos específicos, mayormente volátiles. Las expectativas de inflación de las encuestas -EEE y EOF- se han ajustado al alza», destacó.
A su vez, expuso que «el escenario macroeconómico presenta riesgos elevados», añadiendo que «el deterioro de las condiciones financieras globales ha sido más rápido e intenso que lo previsto, reduciendo el precio de las materias primas y las perspectivas de mercado sobre el crecimiento global».
«En medio de una elevada incertidumbre interna, esto ha llevado a una fuerte depreciación del peso. En el corto plazo, estos desarrollos provocarán un alza adicional de los precios internos, en un contexto en que la inflación y su persistencia ya son elevadas», sostuvo.
Por eso, el Consejo estima que serán necesarias nuevas alzas de la TPM para asegurar la convergencia de la inflación a 3% en dos años. «Su magnitud dependerá de las implicancias de la evolución del escenario para el logro de la meta de inflación, situación que será analizada en el IPoM de septiembre», subrayó la entidad.
Por otra parte, el Banco Central expuso que «la actividad ha continuado con un paulatino retroceso, en línea con lo anticipado», agregando que «los indicadores relacionados con el consumo privado y la inversión muestran un desempeño acorde con lo proyectado, manteniéndose la resiliencia del primero y el debilitamiento de la segunda».
«En el mercado laboral, el crecimiento del empleo ha continuado ralentizándose y las vacantes siguen disminuyendo. La variación anual de los salarios reales se mantiene en niveles negativos. Los indicadores de confianza de los consumidores y de las empresas siguen en terreno negativo», acotó.
En cuanto al mercado nacional, señaló que ha mostrado un desempeño en línea con las tendencias globales y en un contexto de «elvada incertidumbre local».
Mientras que en el plano internacional, el ente rector sostuvo que «la inflación mundial ha continuado subiendo y los bancos centrales han seguido aumentando las tasas de referencia, o señalizando un alza más rápida ante la mayor persistencia inflacionaria», destacando a la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos «que sorprendió con un incremento mayor al esperado y ha comunicado que las alzas continuarán hasta lograr controlar la inflación».
«Las perspectivas de mercado sobre el crecimiento mundial se han deteriorado, acercándose a las proyecciones incluidas en el último IPoM. Por su lado, los precios de las materias primas han descendido más que lo esperado, en parte importante por los temores respecto de una recesión mundial. Resalta la caída de los precios de los alimentos, donde también se han sumado algunas noticias favorables desde el lado de la oferta», agregó.
Mientras que el cobre «ha tenido una baja significativa, ubicándose en torno a US$3,3 la libra al momento de esta Reunión (algo más de -20% desde la última Reunión)».
«De todos modos, la invasión de Rusia a Ucrania continúa siendo un foco de riesgo para el escenario externo, manteniendo la presión sobre los precios de algunas materias primas, especialmente alimentos y energía. En suma, el escenario internacional se ha deteriorado respecto lo previsto en el IPoM de junio», concluyó el Banco Central.