Varios líderes sudamericanos se han reunido en la ciudad brasileña de Belém para tratar de abordar algún tipo de estrategia común con la que proteger la Amazonía, bajo la premisa de que, como ha apuntado el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, «nunca fue tan urgente» que todos los países vinculados a esta zona selvática se sienten a la misma mesa.
Lula, anfitrión de la cita, es también el principal impulsor de este nuevo enfoque sobre lo que ha descrito como un «patrimonio común».
Los países amazónicos cuentan con un tratado conjunto, pero apenas se han reunido en tres ocasiones, la última de ellas hace 14 años, por lo que Brasil quiere ahora relanzar el foro aprovechando la mayor concienciación sobre el cambio climático.
«Queremos retomar la cooperación entre nuestros países y superar la desconfianza. Queremos reconstruir y ampliar nuestros canales de diálogo», ha dicho Lula en el discurso inaugural, en el que ha llamado a avanzar hacia la «deforestación cero» con la vista puesta en el año 2030.
Aspira además a combinar la defensa del medio ambiente con la creación de empleos dignos en las zonas que dependen en gran medida del aprovechamiento de la Amazonía.
Lula, que ha marcado distancias con las políticas climáticas de su predecesor, Jair Bolsonaro, ha aludido en las últimas horas también a la necesidad de colaboración de países ajenos a la propia región, recordando, por ejemplo, los 100.000 millones de dólares prometidos hace más de una década por las grandes economías para favorecer el desarrollo local.