Aunque Lydia Cabrera, una de las más importantes estudiosas del folclor negro de Cuba, nunca escribió para el teatro, sus historias, llenas de sabiduría y de magia, de lirismo y de picardía, llegaron a la sala de Artefactus Cultural Project en el espectáculo Leyendas negras, con dramaturgia y puesta en escena de Eddy Díaz Souza.
El proyecto cuenta con el apoyo de la Cuban Heritage Collection de la Universidad de Miami, en representación de los herederos de Lydia Cabrera y ha sido concebido como un tributo a la autora de El monte, Cuentos negros de Cuba, Cuentos de Ayapá y otras obras clave en las que estudió —y recreó literariamente— el universo afrocubano.
“Para mí esta experiencia no es solo algo teatral, es una indagación en las raíces de la nacionalidad cubana, un viaje ancestral”, explica Tamara Melián.
“Admiro la tradición oral de ese mundo yoruba que Lydia Cabrera ayudó a salvaguardar y esta es una oportunidad de entrar a un universo fascinante, de gran musicalidad e imaginación”.
El director Eddy Díaz Souza define su propuesta como “un espectáculo que recrea y reinterpreta libremente la esencia de esa cultura africana que llega a Cuba y que se va infiltrando en la nación y la va moldeando y estructurando, llenándola de una sabiduría milenaria”.
Insiste en que no se trata de una apuesta folclórica, sino de una redimensión: “No pretendo crear un espectáculo etnográfico, sino una revisitación escénica del universo de Lydia Cabrera, al que se adicionan elementos provenientes de otras culturas y también del imaginario surgido del proceso de montaje”.
Para el actor José Luis Pérez “es un montaje muy físico, que tiene mucho de ritual y que nos ha exigido a todos una gran dedicación y estudio. Queremos presentar al espectador estas historias provenientes del folclor, pero a través de un lenguaje poético, estilizado, poniendo énfasis en su belleza, en sus esencias, en la filosofía que transmiten”.
A diferencia de sus compañeros de elenco, Anthony Lo Russo no es cubano, sino venezolano, pero desde el primer momento sintió estas leyendas afrocubanas como algo muy cercano a la cultura de su país. “Es algo familiar, mágico, poder acercarme a ese mundo recogido por Lydia Cabrera, ha sido muy enriquecedor. Son cuentos de siempre, que hablan de la creación, de la relación del hombre con la naturaleza y de la sed de poder. Temas universales, que no envejecen, capaces de dialogar con nuestra actualidad. Es un montaje que pide de los actores mucha imaginación y creatividad”.