Por: Félix Carmona / CNP: 4.188
Ecuador, el pequeño país sudamericano, considerado hace sólo unos años como una de las naciones más pacíficas de la región, vive hoy una de las peores crisis, signada por la inseguridad. La violencia generada por grupos de delincuentes fuertemente armados, dirigidos por carteles de la droga de México, Colombia y Perú, así como de fuertes mafias de izquierda que tienen tomados a varias naciones como Nicaragua, Cuba, Colombia y Venezuela mantienen a este país en un estado incontrolable.
Las estadísticas de la Policía son realmente alarmantes señalan que entre enero y junio de este año se han registrado 3.513 asesinatos, lo que significa un aumento del 58% respecto al 2022, esto convierte a Ecuador en un “estado fallido”. Ese año la tasa de homicidios fue de 26 por cada 100.000 habitantes, y en la actualidad ya se ubica en 20, con una tendencia a crecer, con lo que se estima que a final del año cerraría en 40 homicidios por cada 100.000 habitantes, convirtiéndose en el país más violento de la región.
No hay un día en Ecuador que los medios anuncien gran cantidad de muertes por la violencia desatada y que se cuenten por decenas. Los crímenes ya no solamente ocurren en Guayaquil, sino que abarcan ciudades como Durán, Manta, Quevedo y Quito.
Los ataques se producen a todas horas del día, perpetrados por sicarios o atentados con bombas. Los objetivos pueden ir desde una tienda de barrio hasta las unidades judiciales donde se realizan audiencias y las víctimas no distinguen ningún tipo de personas, incluyendo niños.
A pesar del asesinato del candidato Fernando Villavicencio, el pasado nueve de agosto, a la salida de un mitin, el pasado domingo se celebraron unas elecciones presidenciales anticipadas, donde el candidato ganador terminará el actual período presidencial del titular Guillermo Laso, para convocar nuevamente a unas nuevas elecciones presidenciales.
Amenazas
El terror y las amenazas de muerte, hechas a todos los candidatos con aspiraciones presidenciales, no impidió que los ecuatorianos asistieran a las urnas para elegir presidente y vicepresidente, asambleístas y donde se incluyeron dos consultas populares: una sobre el Parque Nacional Yasuní, y solamente en Quito se votó en la consulta popular del Chocó Andino.
Los pretendientes Christian Zurita, que reemplazó al aspirante asesinado Villavicencio; Luisa González, Daniel Noboa, Otto Sonnenholzner, Jan Topic, Yaku Pérez, Christian Zurita, Xavier Hervas y Bolívar Armijos, centraron sus cortas campañas en combatir la inseguridad, la violencia atribuidas al crimen organizado y al narcotráfico; las mafias colombianas, mexicanas y peruanas que producen drogas y utilizan los puertos ecuatorianos, para exportar todo tipo de drogas a Europa y Norteamérica.
Establecer un verdadero control de las prisiones y de los territorios del narcotráfico, para acabar con los motines carcelarios.
Para tranquilizar a la población y motivarlos a que salieran a votar, las Fuerzas Armadas desplegaron en todo el país, más de 100 mil policías que vigilaron bajo un estado de excepción, los centros de votación, tras el asesinato de Fernando de Villavicencio.
crimen al narcotráfico
Oswaldo Moreno, analista político indicó que “el ciudadano debe exigir de los candidatos que expliquen cuál será la política pública en seguridad y que asuma que la responsabilidad es única y exclusivamente del Ejecutivo, no de los gobiernos locales, ni de la Asamblea”. Añadió que esa ha sido la constante pugna de los gobiernos de turno cada vez que la inseguridad aumenta.
Los ganadores y perdedores
Los ganadores de estos comicios fueron Luisa Magdalena González Alcívar, la más votada con 33,19% y primera vez en la historia de Ecuador que una mujer gana unos comicios presidenciales; en segundo lugar, quedó, Daniel Noboa con 24,4% de los votos escrutados. Ambos tendrán la oportunidad de ir a una segunda vuelta el 15 de octubre, fecha en la que se conocerá al próximo presidente del Gobierno de Ecuador.
Para muchos algo que les genera desconfianza y dudas de un verdadero cambio, que enrumbe al país hacia la seguridad y la tranquilidad en la nación ecuatoriana, es que la candidata Luisa González es ficha del partido Revolución Ciudadana, liderado por el expresidente Rafael Correa, quien actualmente se encuentra prófugo de la justicia.
Correa fue sentenciado a ocho años de prisión por participar en una red de sobornos que implicaba haber recibido “aportes indebidos” para la financiación de su movimiento político Alianza país, a cambio de la adjudicación “a dedo” de millonarios contratos del Estado a empresas, entre ellas la constructora brasileña Odebrecht.
Los grandes perdedores fueron los candidatos Otto Sonnenholzner, ex vicepresidente de Ecuador, Christian Zurita del Movimiento Construye y quien sustituyó al asesinado candidato Fernando Villavicencio y Jan Topic, admirador del presidente de El Salvador, Nayib Bukele y de su estrategia para combatir el crimen.
“Normalidad” en el proceso
Para el CNE ecuatoriano los comicios electorales se llevaron con toda normalidad, gracias al despliegue de más de 100 mil policías, para garantizar la seguridad. La participación fue del 82%. La presidenta Diana Atamaint, titular del organismo electoral dijo que «no se registró un solo incidente que pudo afectar a la democracia».
Atamaint confirmó en un informe posterior al cierre de las urnas que hubo ataques cibernéticos a la plataforma de voto telemático.
«De acuerdo a los informes preliminares, la plataforma de voto telemático sufrió ataques cibernéticos que afectaron la fluidez para acceder a la votación», dijo en una conferencia transmitida por las redes sociales de la institución. Aclaró, no obstante, que «los votos consignados no han sido vulnerados».
Atamaint señaló que los ataques se realizaron desde siete países: la India, Bangladesh, Pakistán, Rusia, Ucrania, Indonesia y China.
La organización no gubernamental Participación Ciudadana que tiene veedores en las elecciones, expresó su preocupación por la vulneración del derecho al voto en el exterior.
