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Johnny Hodges un genio musical opacado por Duke Ellington

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Por: José Antonio Aguirregomezcorta Gragirena

John Cornelius Hodges nació en Cambridge, Massachusetts, el 25 de julio de 1907 y falleció en New York, el 11 de mayo de 1970. Fue un notable, virtuosísimo, elegante y genial saxofonista y músico en general de jazz.

Interpretó con igual maestría los saxos alto y soprano, siendo uno de los que lo dio forma y vida a este último en el entorno jazzista mucho más inclinado hacia el saxo alto y tenor en esos años.

Apodado Jeep por su parecido físico a una caricatura que acompañaba los cortos de Popeye fue uno de los solistas más importantes de la orquesta de Duke Ellington y uno de los tres saxofonistas más influyentes e importantes de la historia del jazz, junto con Benny Carter, John Coltrane y Charlie Parker.

Poco después de su nacimiento, la familia se trasladó a Hammond Street en Boston, donde creció con el saxofonista barítono Harry Carney y los saxofonistas Charlie Holmes y Howard E. Johnson. Sus primeros instrumentos fueron la batería y el piano. Aunque su madre era una experta pianista, Hodges fue en gran parte autodidacta.

Una vez que llegó a ser lo suficientemente bueno, tocó el piano en bailes en casas privadas por ocho dólares la noche. Había empezado con el saxofón soprano cuando era adolescente.

Cuando Hodges tenía 14 años, vio a Sidney Bechet tocando en el Black and White Revue de Jimmy Cooper en un cabaret de Boston. La hermana de Hodges conoció a Bechet, lo que le dio la inspiración para presentarse y tocar «My Honey’s Lovin Arms» para Bechet. Bechet quedó impresionado con su habilidad y le animó a seguir tocando. Hodges se hizo un nombre en el área de Boston antes de mudarse a Nueva York en 1924.

De legendario Sydney Bechet, aprendió a usar el saxo soprano, instrumento que tocaría alternativamente con el saxo alto hasta 1940. De 1924 a 1928 transitó en el circuito newyorkino jazzista por las bandas de Lloyd Scott, Chick Webb, Luckey Roberts y Willie «The Lion» Smith, todos ellos hoy en día, referentes imprescindibles en la evolución del Jazz.

Hodges se unió a la orquesta de Duke Ellington en noviembre de 1928. Fue uno de los destacados miembros de la banda de Ellington que figuró en el concierto de Benny Goodman en el Carnegie Hall en 1938. Goodman describió a Hodges como «de lejos el mejor saxo alto que jamás haya escuchado». Charlie Parker lo llamó «el Lily Pons de su instrumento».

Otros miembros destacados de la orquesta de Ellington en los años 30 y 40 fueron Harry Carney en el saxo, el clarinetista Barney Bigard, los trompetistas Rex Stewart y Cootie Williams (que fue reemplazado por Ray Nance en 1940) y los trombones Joe Nanton, Juan Tizol y Lawrence Brown con Sonny Greer en la batería.

La práctica de Ellington de escribir melodías específicamente para los miembros de su orquesta dio lugar a las especialidades de Hodges, «Confab with Rab», «Jeep’s Blues», «Sultry Sunset», «Hodge Podge», «Magenta Haze», «Prelude to a Kiss», «Haupe» (de Anatomy of a Murder), «Flirtibird», «The Star-Crossed Lovers» de la Such Sweet Thunder suite, «I Got It Bad (And That Ain’t Good)», «Blood Count» y «Passion Flower».

Hodges estuvo y permanece tan estrechamente asociado a Ellington, que causó sorpresa cuando dejó la banda en 1951 para formar su propio combo con algunos músicos de la banda de Ellington como Lawrence Brown, Sonny Greer y John Coltrane. En 1955 Hodges se reincorporó a la orquesta de Ellington y se quedó con él hasta su muerte

El iconoclasta productor y genial cazatalentos Norman Granz le convenció para formar su propia banda desde 1951 a 1955, que fue un paréntesis en su trayectoria con Ellington. También son destacables sus grabaciones y conciertos con el organista Wild Bill Davis, con el trompetista Dizzy Gillespie y con los pianistas Earl Hines o Teddy Wilson. Grabó su nombre en más de treinta discos. Entre ellos destacan «Side by Side», grabado con la orquesta de Ellington y en la que él lidera la orquesta en vez del pianista y con su beneplácito, grabado para «Verve» en 1958. El segundo, grabado en 1964 para el sello Impulse, fue «Everybody Knows» con la sección de vientos de la orquesta de Ellington.

Fue un fantástico saxofonista que, a mi entender, al vivir bajo la enorme sombra de Duke Ellington, fue y ha sido apartado de esa cumbre conformada por los genios Parker, Coltrane, Rollins, Stitt, Shorter entre otros.

Su sonido dulce característico le impregnaba de paz a la pirotecnia de, por ejemplo, el explosivo saxo de Paul Gonsalves y el trompetista Cootie Williams.

En lo particular, en mi «Top» de saxofonistas, Hodges está entre esa élite de los que ocupan el pináculo.

Las últimas actuaciones de Hodges fueron en la Sala Imperial de Toronto, menos de una semana antes de su muerte el 11 de mayo de 1970 de un ataque al corazón, sufrido durante una visita a la consulta de un cirujano dental, quedando sin vida en la silla donde le atendían.

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