Por: Gerónimo Figueroa Romero
Comenzamos el espacio para prepararnos al año 2025, en él, viajaremos hacia algunos conceptos de la banca ambigüa y tradicional y a ese cambio y crecimiento de los últimos 30 años.
No hay duda que existe mucha historia previa, pero encontramos fascinante iniciar en aquellos tiempos en que nos preparábamos para recibir el Milenio, a las puertas de un desafío con el proyecto Y2K, donde las compañías y grandes corporaciones financieras, prepararon proyectos y gerencias con espacios físicos, para evaluar el impacto que representaba el reinicio del terminal decimal en la fecha de los computadores. Fecha explícita o hardcodeadas en los BIOS y sistemas operativos de los computadores, donde la brecha de seguridad no tenía la certeza de si los computadores se actualizaban al año 2000 o retrocedían a 1900. Dicho concepto en retroceso ponía a los empresarios y líderes de la economía global a manejar la incertidumbre de pérdida de información en la operativa, períodos contables y hasta saldos financieros.
Tuvimos la oportunidad de estar ejerciendo funciones dentro de una Institución financiera para la época en Venezuela, y pudimos visualizar las secuencias del GANTT de trabajo de dicha organización en su oficina del proyecto Y2K y los Feed-Back de algunas otras entidades bancarias vigentes en el año 1999.
Muchas tareas fueron llevadas a cabo una vez que la oficina para este proyecto nos asesoraba en la evaluación de cada componente de Software de la dependencia o entidad a la que pertenecíamos. Recuerdo que cada departamento, según sus catálogos debía evaluar Software Mainframe-DOS, Micro MS-DOS-Windows y toda la gama de aplicaciones privadas que impulsaban la productividad del ente bancario.
la gama de aplicaciones privadas que impulsaban la productividad del ente bancario. 1999 asomaba también los inicios del llamado Homebanking. Algunos bancos o entidades financieras, quizás iniciaron antes, pero la gran mayoría inspiraron y fortalecieron “su banco en casa”, entre 1999-2000.
Conocimos en la época algunos entes bancarios que entregaban un software en diskets (Floppy 3/2), a los clientes los cuales instalaban en sus computadores y complementaban con una configuración Dial UP, que les permitía la conexión y acceso a programas de consulta de movimientos de cuentas así como a las opciones de pagos y transacciones, que con independencia, permitió la ecuación de no depender de una oficina física para poder realizar operaciones de consulta financieras, pagos de servicios, etc.
Otros bancos o instituciones simplemente comenzaban a implementar sus sites o WEBs donde el acceso a sus productos era inmediato con solo tener la conexión a Internet y teclear un URL.
Se asomaba entonces una era digital financiera, que se va enriqueciendo, con innovaciones, productos, reglas de negocios, experiencias de usuarios, canales en expansión, seguridad y actores que acompañan al saneamiento del sistema financiero, y que permitió el crecimiento de los medios de pagos.
En medio de ese boom de crecimiento y de nuevas oportunidades, se debe comentar todas las fórmulas cambiantes de la economía y políticas de estado, que han convertido a los actores de la intermediación financiera, en cirujanos del ecosistema transaccional. La inversión en equipos de alta gamma y en programas o software que permitan, tener la escalabilidad, a la ola gigante que demandan las inversiones y soluciones de los clientes bancarios, no ha sido suficiente para que notemos la influencia a que nuevos actores que no poseen lineamientos en la intervención financiera, compitan con sus desarrollos e ideas, obligando a la banca a reinventarse con sus productos y servicios.
Para nadie es un secreto que en estos tiempos es más barato mantener una aplicación de APP(móvil) que una oficina bancaria. Pierde por mucho esta segunda opción, con la llegada de los nuevos clientes en sus versiones de cohorte demográfico, Milenio, Z y Alfa, quienes no quieren salir de sus equipos móviles y no les interesa para nada perder tiempo haciendo filas en una espacio físico, lo que coacciona cada vez más rápido a la era de la banca digital-Global, aquella donde sus productos impacten en razón de las necesidades de conectividad de clientes, donde a su vez se ajusten a las regulaciones de los entes gubernamentales y que se midan a la altura de las compañías no bancarias que están permitiendo inclusión financiera a una población no atendida en décadas por los bancos tradicionales.
Las Fintech y startup viene con fuerza, y han hecho desequilibrio en las masas de clientes y operaciones financieras que por años han existido en los períodos operativos de la Banca. Por eso vemos que cada vez más, los bancos como los conocemos desde la Mesopotamia antigua, vienen solicitando, patentes y expandiendo productos, que son permitidos por la regulación, algunos incluso comprando u asociándose con estas compañías de Software para no dejar de crecer en su desarrollo e inversión del dinero.
@lennynfinanzas.