Una niña de Chicago de 8 años que viajaba en un patinete murió de un disparo en la cabeza realizado por un hombre que estaba molesto por el ruido, dijeron testigos.
“Simplemente no tenía sentido. Nada de eso tenía sentido”, dijo la vecina, Megan Kelley, al Chicago Sun-Times.
“Todos en la comunidad simplemente le dirían que son sólo niños que se divierten jugando. Sólo hay que dejarlos ser”.
El crimen ocurrió en el vecindario Portage Park de Chicago. La policía acudió al edificio de apartamentos donde vive el agresor para entrevistar a personas y recolectar evidencia. “Antes de que le disparara, había dicho algo acerca de que eran demasiado ruidosos”, dijo Kelley.