El ex partido gobernante de México podría estar al borde de la extinción en las elecciones de gobernador del domingo en el Estado de México, el más grande de los 32 estados de México y el último gobernado por el antiguo Partido Revolucionario Institucional, el PRI.
La carrera también podría marcar un punto alto para el partido Morena del presidente Andrés Manuel López Obrador, que ha imitado y reemplazado en gran medida, al antiguo PRI en el resto de México. Casi cinco años después de su único mandato de seis años, López Obrador sigue siendo muy popular.
Las encuestas sugieren que Morena podría ganar por un amplio margen en el Estado de México, una contienda vista por muchos como un adelanto de las elecciones presidenciales del próximo año, en las que el partido también es visto como el favorito.
Si bien el PRI aún podría aferrarse al escasamente poblado estado norteño de Coahuila, que también elegirá un nuevo gobernador el domingo, la pérdida del Estado de México, una mezcla de suburbios, barrios marginales y comunidades agrícolas que rodea a la Ciudad de México por tres lados, probablemente significaría el fin del PRI como actor principal.
Para un partido que ocupó la presidencia ininterrumpidamente de 1929 a 2000 —y ha gobernado el Estado de México durante 94 años— sería un final humillante.
“Después del 4 de junio si el PRI pierde, se puede afirmar con claridad que ya no tiene futuro, aunque tarde en desaparecer. Puede mantenerse a nivel regional o local, pero no a nivel nacional. Está llegando a su fin”, dijo el analista político Benedicto Ruiz Vargas.
Ruiz Vargas ha visto en su estado natal de Baja California lo que sucede cuando el PRI entra en una espiral de muerte; muchos de sus miembros se retiran o buscan ingresar a Morena. “La vieja guardia que siempre ha estado ahí está gobernando dentro de un nuevo partido. Es el PRI mutando a Morena”, dijo.
El sociólogo Bernardo Barranco dice que López Obrador es una especie de retroceso a los carismáticos presidentes del PRI de las décadas de 1960 y 1970, que regalaban apartamentos construidos por el gobierno y tiendas de comestibles administradas por el gobierno. Desafortunadamente, también eran corruptos y arruinaron la economía.
López Obrador “tiene un estilo como el que tenía el PRI en la década de 1960”, dijo Barranco, y agregó que “hay una nostalgia de ese estado protector que velaba por los ingresos de la gente”.
En el Estado de México, donde el actual gobernador patricio Alfredo del Mazo es un político y gobernador del PRI de tercera generación, el partido de López Obrador está postulando a Delfina Gómez, una ex maestra de escuela poco carismática cuyo comportamiento proviene en gran medida del aula.
El PRI está postulando a Alejandra del Moral, una ex alcaldesa con una larga lista de títulos universitarios.
