A unos 5.000 km de la costa de Chile, la isla Henderson, que forma parte del archipiélago británico Pitcairn, es uno de los lugares más remotos del planeta. Sin embargo, la enorme distancia que separa a esta isla en el Pacífico Sur de la ciudad más cercana en tierra firme no le ha impedido convertirse en uno de los sitios más contaminados del planeta.
La mayor parte de la basura -aproximadamente un 68%- ni siquiera es visible, ya que al menos 4.500 trozos por m están enterrados a 10 cm bajo la superficie.
Se estima que en esta isla deshabitada, de poco más de 37 km, hay unos 37,7 millones de piezas de basura, lo que equivale a 671 piezas de basura por metro cuadrado.
Según reveló un nuevo estudio, la isla acumula la mayor densidad de basura antropogénica del mundo y, el 99,8% (18 toneladas) de los residuos encontrados allí, son plásticos que, a no ser por la contaminación, es uno de los pocos ecosistemas que prácticamente no ha sido tocado por el hombre.
En sus playas se acumula tanta basura que, según un equipo de científicos de la Universidad de Tasmania, tiene la mayor densidad de desechos plásticos del mundo.
En cifras:
- 17,6 toneladas de plástico en la isla
- 37,7 millones de trozos de basura en la playa
- 671 piezas de plástico por m
- 68% de la basura bajo la arena
- 13.000 trozos de basura nuevos por día
Además de objetos vinculados con la pesca, se encontraron, entre otros, cepillos de dientes, encendedores, cuchillas de afeitar y sombreros de plástico duro de distintos colores.
Esta isla, alberga 10 especies endémicas de plantas y 4 de aves terrestres. Muchos cangrejos terrestres utilizan los contenedores de plástico como casa, viviendo dentro de tapas de botellas, en contenedores y potes de cosméticos.
¿Pero por qué este lugar tan alejado de la civilización es también el más contaminado?
La isla está ubicada muy cerca del centro de una corriente oceánica, conocida como el remolino o gran corriente marina del sur del Pacífico, lo que hace que lleguen a sus costas muchos desechos de barcos de Sudamérica pero también de muchas otras partes de mundo. Se han encontrado botellas de Alemania, contenedores de Canadá y objetos de Nueva Zelanda.
No obstante, más allá de su ubicación geográfica, el problema de fondo es la presencia de grandes cantidades de residuos plásticos en los océanos del planeta.
Tanto los gobiernos como cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de evitar que continúe la contaminación de los mares y océanos.
Detener la contaminación es un problema que debe resolverse con urgencia.
