Los empleadores de Estados Unidos registraron otro mes saludable de contrataciones en junio, sumando 206.000 puestos de trabajo y demostrando una vez más la capacidad de la economía estadounidense para soportar altas tasas de interés.
El crecimiento del empleo del mes pasado marcó un retroceso respecto de los 218.000 de mayo, pero aun así fue un aumento sólido, que refleja la resistencia de la economía estadounidense impulsada por el consumo, que se está desacelerando pero sigue creciendo de manera sostenida.
Aun así, el informe del Departamento de Trabajo contenía varias señales de una desaceleración del mercado laboral. La tasa de desempleo subió del 4% al 4,1%, una cifra todavía baja pero la más alta desde noviembre de 2021. La tasa aumentó en gran parte porque 277.000 personas comenzaron a buscar trabajo en junio y no todas encontraron trabajo de inmediato.
El gobierno también revisó drásticamente a la baja su estimación de crecimiento del empleo para abril y mayo en un total combinado de 111.000. Y dijo que el salario medio por hora aumentó solo un 0,3% con respecto a mayo y un 3,9% con respecto a junio de 2023. La cifra interanual fue el aumento más pequeño de este tipo desde junio de 2021 y probablemente será bien recibida por la Reserva Federal en su esfuerzo por vencer por completo la inflación. La mayoría de los economistas creen que la Fed comenzará a recortar su tasa de referencia en septiembre, y los detalles del informe de empleo del viernes no hicieron nada para contrarrestar esa expectativa.
Solo dos sectores (el gobierno y una categoría que incluye la atención médica y la asistencia social, ninguno de los cuales refleja la fortaleza subyacente de la economía) representaron aproximadamente las tres cuartas partes del crecimiento del empleo en junio. Los economistas también señalaron que el crecimiento del empleo entre abril y junio promedió 177.000, una cifra decente pero aun así el promedio trimestral más bajo desde enero de 2021.
