El empresario de 35 años y heredero de un emporio que incluye el negocio de las bananas se convertiría en el presidente más joven de Ecuador.
El empresario Daniel Noboa resultó electo presidente de Ecuador en los comicios de este domingo tras derrotar a su contrincante, Luisa González. Noboa será el presidente más joven de la historia del país.
Daniel Noboa resultó electo este domingo presidente de Ecuador, tras derrotar a su contrincante, Luisa González, informó el Consejo Nacional Electoral.
El empresario de 35 años, heredero de un emporio que incluye el negocio de las bananas, se convertiría en el presidente más joven de Ecuador.
Noboa se impuso con el 52 % de los votos, mientras González obtuvo el 47 %.
“Hoy comienza un nuevo Ecuador”, dijo Noboa tras ser declarado presidente electo.
En un mensaje a través de redes sociales, Noboa aseguró que había “hecho historia” con su victoria y reiteró que apostaría a “un país de realidades donde las promesas no se queden en campaña y la corrupción se castigue”.
Noboa prometió la creación de empleos, especialmente para los jóvenes, y durante su campaña visitó universidades.
El joven es hijo del multimillonario magnate bananero Álvaro Noboa, quien se postuló sin éxito para la presidencia en cinco ocasiones. Noboa heredó no sólo un legado empresarial sino también el gusto por la política, aunque evita encasillarse en alguna corriente ideológica.
El presidente electo se ha distanciado de la retórica populista de su padre y optó por centrarse en propuestas para atraer inversión extranjera y desarrollar el sector empresarial de Ecuador, que han sido bien recibidas por los inversores.
González reconoció la victoria de Noboa en un discurso en la noche, asegurando que “el pueblo ecuatoriano escuchó sus propuestas”.
“Al candidato, ahora presidente electo Daniel Noboa, nuestras felicitaciones profundas porque es democracia”, aseguró la exlegisladora, y señaló que se comunicaría con Noboa en las próximas horas para felicitarlo personalmente.
Cientos de personas salieron a las calles del norte de Quito a celebrar el resultado. Una extensa caravana recorrió las inmediaciones del Centro de Exposiciones Quito, donde se congregaron los partidarios de Noboa.
La presidenta del Consejo Nacional Electoral, Diana Atamaint, informó al cierre de las urnas que hubo un 82.3 % de participación, “una cifra que se mantiene en el histórico de participación en las últimas elecciones”, dijo.
La jornada electoral estuvo cargada de preocupación por la creciente violencia que sacude al país y que se intensificó en agosto, cuando un candidato presidencial fue asesinado a plena luz del día.
El ministro del Interior, Juan Zapata, informó que no se registraron incidentes en materia de seguridad durante la jornada. Más de 53.000 policías vigilaron las votaciones, agregó.
El comandante general de la Policía Nacional de Ecuador, general César Zapata, dijo que una “amenaza” de un artefacto explosivo en Quito no pasó de ser “una alerta”, atendida y descartada por el Grupo Táctico del organismo policial.
También informó de la detención de más de 400 personas desde el jueves como parte de los operativos de prevención del delito en el marco de las elecciones. Se decomisaron más de un centenar de armas de fuego y blancas y decenas de vehículos y motocicletas.
Noboa gobernará la nación andina a partir de diciembre hasta el 24 de mayo del 2025, cuando debía terminar el mandato de Guillermo Lasso, que se truncó cuando disolvió la Asamblea Nacional en mayo mientras los legisladores llevaban a cabo un juicio político en su contra por supuestas irregularidades en un contrato de una empresa estatal.
El presidente saliente debe hacer el traspaso de poderes en una fecha aún por definir que la autoridad electoral estima para mediados de diciembre.
Lasso felicitó a Noboa en las redes sociales. “Hoy nuestro país te ha dado la confianza de dirigirlo, un altísimo honor sobre el que deseo tengas el mayor de los éxitos”, escribió.
Lasso aseguró que el próximo martes recibiría a Noboa en el Palacio Carondelet, la sede de gobierno de Ecuador, para iniciar el proceso de transición.