
Me piden mis amigos del portal HEY! cuál es, a mi entender, la mejor editorial con la que ellos ponerse en contacto para dar salida a sus inquietudes literarias de las muchas asociaciones culturales de las que por allí existen… Pues nada más fácil: pulsen lo mismo que me han preguntado, esto es: https://www.lamejoreditorial.com y ahí encontrarán lo que me piden.
Como veréis, no tiene pérdida el dar con ella. Además, como trabaja en un par de docenas de países, incluido Hispanoamérica, tampoco tendréis dificultad de entablar con ellos relaciones fluidas y satisfactorias para vuestros proyectos. Os aconsejo, incluso, que os suscribáis a su Revista Cultural Interactiva, ya que os aportará grandes posibilidades de colaboración y en conocimientos …https://ladegrandesdetalles.com/grandes-detalles-cultural Sinceramente, solo puedo deciros que, de todos mis libros publicados, es en la que mejor me he sentido tratado de todas ellas. Uno se siente valorado, y, por lo tanto, agradecido.
Si fallo en mi concurso, la culpa es solo mía, y si acierto en ello, la recompensa es mi satisfacción… Pero ese Grupo Editorial, www.ladegrandesdetalles.com , que así se llama, es de mi tierra, de Murcia, y la cercanía actúa como confianza, y ésta es más que merecida. Además, con vosotros me veo un poco como “embajador” de esa casa, porque igual me siento agradecido por aquel Diploma de Honor que me otorgó ese conglomerado de autores y asociaciones “La Voz de mis Escritos”, de Tucumán, Argentina, como autor destacado en el pasado año de entre todos vosotros. Os lo debo, por lo tanto, y espero poder corresponder con esta humilde aportación.
Confío que pueda serviros de buena base a esa pregunta que se me hizo desde allá… Como me gustaría que esta misiva abierta llegara a un buen amigo y escritor, Germán Maretto, de Córdoba, Argentina también, que mantiene una espléndida red de Talleres de Escritura con unos excelentes resultados por su buen método empleado; y que quisimos, hace años, trasplantar a España sin éxito, quizá debido a mi propia incapacidad en llevarlo a cabo… Ojalá y ésta sea la tardía respuesta que pueda servirle de magnífica herramienta para su espléndido trabajo.
Es la envidia sana que arrastro de pasadas – y pesadas – batallas por acercar la capacidad de transmitir la creación por la escritura a los demás… Me arriman a la oreja que yo tengo facilidad para escribir y comunicar. Resulta halagador escucharlo, no lo voy a negar. Pero todo lo que se puede aprender, también se puede enseñar; por lo tanto, lo que uno sabe se puede transmitir a otros que quieran saber… “El saber no ocupa lugar”, dice el refrán… bueno, sí que ocupa, los libros ocupan, y en mi caso corro el peligro de que me desocupen ellos a mí, esa es la puñetera verdad. Pero nunca serán suficientes como para apagar la sed de conocimientos que puede anidar en cualquier ser humano que se transforme a sí mismo en nido de acogida del saber, o mejor dicho, del querer saber.
Cumplo así también con un trato (dos en una tacada) de portar el conocimiento del Grupo Editorial La de Grandes Detalles, como mi tocayo Strogoff, hasta donde ya mi agotado penco me lleve. Y así lo hago, a sabiendas que soy correo de una buena carta… Además, tengo otra deuda de gratitud histórica, de cuando, en nuestra dictadura franquista, eran las editoriales hispanohablantes (Kier en Mexico, Losada en Argentina) las que nos sacaban las castañas del fuego y yo hacía de contrabandista de libros prohibidos, y que nos proveían de cultura. Sirva pues éste también a modo de compensación por aquello.
El problema de hoy en todo el mundo – aquí más que allí – es que la demanda cultural está muy por debajo de la oferta. Se ha educado (maleducado) a las sociedades en el consumo de información rápida, que no de formación, en la industria del entretenimiento y la deformación; en no pensar, y mucho menos meditar; en la gentificación y no en el conocimiento… El resultado es una masa que demanda hedonismo y masdelomismo; que cambia un botellón por un buen rato en compañía de un buen libro; que se apunta a la compulsión de un turismo doloso y nada respetuoso, pero muy artificioso.
De ahí que estas iniciativas y proyectos culturales, como la de Grandes Detalles, sean como la última esperanza que un residual de mundo consciente mantiene a modo de una especie de salvavidas al que agarrarse ante el fárrago caótico de unas redes enfangadas en lo más mediocre que el ser humano pueda producir; y donde se centra la atención de las personas, cada vez más adeptas e inducidas por ellas. Deberían de ser una herramienta de liberación y las hemos convertido en cadenas de esclavización… El gran autor Pérez Reverte está desconectado de ellas porque dice que tarda un tiempo precioso en deshacerse de la porquería mientras encuentra algo de bueno entre tanto malo.
Y he de darle la razón, por mucho que me pese. ¿De qué valen los avances en comunicación si los usamos para hundirnos en vez de para elevarnos?.. Sirva pues esta Carta Abierta como una llamada allá donde las conciencias parecen estar más despiertas, y aún aquí, donde parecen estar más cerradas… o más a punto de cerrarse. Ojalá y no lleguen a encerrarse del todo, y quede una luz, aún pálida y parpadeante, en el fondo del oscuro túnel en el que parece que nos estamos sumiendo irremisiblemente.
Sea mi colaboración y mi esfuerzo, por débil que parezca, para estas “causas perdidas”, si es que nos empeñamos en perderlas. La conocida Caverna, de Platón, está hoy más presente que nunca en las sociedades actuales… Es una metáfora que está dejando de ser metáfora para convertirse en triste realidad. Ríanse, si quieren, de mí, pero yo me niego a someterme a ella.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com