Este evento representa un avance significativo en la industria militar y podría tener un impacto transformador en la forma en que se comprende la guerra aérea hasta ahora.
Este logro llevado a cabo por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos involucró dos aviones F-16, siendo uno de ellos pilotado por la IA.
El X-62A, resultado de la colaboración entre la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y la empresa privada Shield AI ha realizado numerosos vuelos de prueba en los últimos dos años.
El avance tecnológico ha llevado a Estados Unidos a un hito en su camino hacia una auténtica revolución militar basada en la Inteligencia Artificial (IA). Por primera vez en la historia, se ha llevado a cabo una batalla aérea simulada entre una IA y un piloto humano, marcando un éxito significativo en el desempeño de los programas informáticos.
Aunque en el avión controlado por la IA había un piloto humano como medida de seguridad, la IA fue la responsable de controlar la nave durante todo el ejercicio.
Este evento representa un avance significativo en la industria militar y podría tener un impacto transformador en la forma en que se comprende la guerra aérea hasta ahora. La prueba, que se llevó a cabo con un F-16 modificado conocido como X-62A, marca un hito global en la historia de la IA en asuntos bélicos.
Aunque la batalla aérea simulada no involucró fuego real por razones obvias, sentó las bases para comprender el funcionamiento básico de un enfrentamiento entre pilotos, cumpliendo con las normas de vuelo convencionales y priorizando la seguridad de la nave y el bienestar del piloto.
El X-62A, resultado de la colaboración entre la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y la empresa privada Shield AI, ha realizado numerosos vuelos de prueba en los últimos dos años.
Estos vuelos han implicado modificaciones sustanciales en la estructura de la aeronave para replicar el comportamiento de otras máquinas y explorar el impacto potencial de la IA en ellas.
Si bien la intervención humana sigue siendo necesaria en el desarrollo y uso de tecnologías basadas en IA, surge la pregunta sobre cuánto tiempo será necesaria esta intervención en el futuro.
Además de las consideraciones técnicas, también se plantean cuestiones éticas sobre el papel de los seres humanos como objetivos militares para máquinas que toman decisiones sobre su ejecución.
Aunque actualmente la fase de pruebas es experimental y no se ha aplicado a situaciones reales, este hito marca un paso significativo hacia un nuevo paradigma en la guerra aérea y en el uso de la IA en el ámbito militar.
