Vamos en camino al solsticio de verano ya que este 20 de junio, entramos en una nueva etapa donde tendremos por un lado la entrada al verano al cono Norte, pero del invierno al cono Sur. El solsticio se marca junto con la entrada del Sol en el signo de Cáncer.
Una Luna llena en Capricornio obedece a un Sol opuesto en Cáncer.
Se trata de un signo cardinal, ya que la entrada a los solsticios y equinoccios están marcadas por el Sol entrando en los signos de:
Aries equinoccio de primavera/ otoño.
Cáncer solsticio de verano/ invierno.
Libra equinoccio de otoño / primavera.
Capricornio solsticio de invierno/ verano.
Previo a llegar al solsticio tenemos un cielo donde la Luna llega al signo de Sagitario oponiéndose a Júpiter el día 18 de junio en Géminis, lo que nos hace ampliar el entendimiento emocional de nuestro entorno, recordemos que el regente de Sagitario es Júpiter así que lo que este planeta hace está íntimamente vinculado a la casa del signo del cual es regente, y con una Luna que está casi llena, la claridad de las necesidades del área de Sagitario queda a la luz, y su regente buscara cubrirla con su tránsito en Géminis, en el que serán 12 meses más en el signo y que vivirá otra Luna llena pero en Géminis y así hasta completar Júpiter el tránsito por este signo, lo que nos ayuda a trabajar y aprovechar mucho el tránsito de Júpiter pero también las necesidades del área de Sagitario de nuestra carta natal.
El primer cuadrante que se representa por la primera etapa de la vida, que es el recorrido del Sol desde Aries a Cáncer, es aquella que representa la forma como nos identificamos con nuestra personalidad y forma de establecer relaciones con el entorno de acuerdo a lo que nos da sentido de seguridad.
Puede verse entre los 0 a 15 años, o de los 0 a 21 años, esto depende de cada astrologo usar un margen que le de confianza en las etapas.
Al entrar al segundo signo cardinal de Cáncer se da una etapa de quiebre y crisis propia de la adolescencia, donde comienza a ser inminente la necesidad de una identidad propia por lo que romper con la seguridad del hogar de papa y mama se hace de una forma más o menos brusca.
Y es la etapa en la que visita la rebeldía porque es cuando la identificación con el Yo más puro se hace al pasar por Leo y seguramente la etapa laboral al pasar por Virgo.
Llegamos al tercer signo cardinal Libra y es cuando las relaciones dejan de ser solo para llenar mis intereses y aprendemos a compartir con un par, planteándose relaciones duraderas donde incluimos al otro dejando una parte de nosotros para que caminemos al lado de un par.
Este cuadrante reta los temas de compromiso, de exploración de la sexualidad y todo aquello que muestre nuestros lados más oscuros, terminando con la época sagitariana donde deseamos un mayor crecimiento y sentido de libertad, esta etapa puede estar alrededor de los 45 a 56 anos dependiendo del compás que se use en las edades por casa.
Al entrar en el cuarto y último cuadrante es la etapa más adulta en la que hemos integrado muchas energías desde la casa 1 de Aries hasta llegar a Capricornio y es la etapa más serena donde nos prepáranos para fortalecer nuestro aporte social y el sustento de nuestros anos de retiro como ocurre entre los 55 a los 62 anos, dependiendo de la actividad e intensidad que se colocó al recorrido previo, y es cuando el desapego a los hijos se comienza a dar, siendo una relación mucho más ligera en esta etapa de la vida ya que la energía acuariana, opuesta a Leo, signo y casa de los hijos puede un cambio. Se culmina en la etapa pisciana donde muchos ancianos pueden tener una mente que divaga, pero también otros están aún llenos de sueños, y de historias que contar.
Cerramos el circulo con un máximo de 84 años, y emprendemos un recorrido nuevo, ya que volvemos a la casa 1 del signo de Aries, y es muy común referirnos a los ancianos como a niños en esta etapa que muchas veces es de regresión por temas mentales y/o físicos. Donde la paciencia del entorno hace parte de la necesidad de cuidado amoroso hacia este final.