En algunas ciudades hay decenas de desaparecidos y las autoridades luchaban para rescatar sobrevivientes. El presidente Lula da Silva visitó las zonas afectadas.
A 40 aumentó el número de muertos por las torrenciales lluvias en el sureste de Brasil, según cifras oficiales, en el dÃa en que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva visitó la región y dijo que ya no se deberÃan construir viviendas en zonas con riesgo de deslaves e inundaciones.
El gobierno del estado de Sao Paulo dijo en un comunicado que 35 personas murieron en la ciudad de Sao Sebastiao y que una niña de 7 años perdió la vida en la vecina Ubatuba.
Las ciudades de Sao Sebastiao, Ubatuba, Ilhabela y Bertioga, algunas de las más afectadas y que se encuentran bajo estado de desastre, cancelaron sus fiestas de Carnaval mientras los equipos de rescate luchaban por encontrar desaparecidos, heridos y posibles muertos entre los escombros.
Lula visita la zona
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva visitó el mismo lunes las áreas afectadas por las lluvias en el sureste de Brasil.
El mandatario sobrevoló la ciudad costera de Sao Sebastiao junto con ministros del gabinete antes de reunirse con funcionarios locales, quienes confirmaron que unas 40 personas seguÃan desaparecidas, mientras que otras permanecÃan varadas con las carreteras bloqueadas por deslizamientos de tierra.
El gobierno del estado de Sao Paulo informó en un comunicado que las precipitaciones en la región han superado los 60 centÃmetros en un dÃa, una de las mayores cantidades jamás registradas en Brasil en un perÃodo tan corto.
Solamente en Bertioga se midieron 68 centÃmetros, según el gobierno estatal.
El gobernador Tarcisio de Freitas declaró que habÃa pedido ayuda al ejército, que envió dos aviones y equipos de rescate a la región.
Imágenes de televisión mostraron casas inundadas en las que sólo se veÃa el tejado. Los residentes están utilizando pequeñas embarcaciones para transportar objetos y personas a posiciones más elevadas. Una carretera que une RÃo de Janeiro con la ciudad portuaria de Santos quedó bloqueada por los deslizamientos de tierra y las aguas.
La costa del estado de Sao Paulo es un destino frecuente del Carnaval para los turistas adinerados que prefieren mantenerse alejados de las fiestas callejeras masivas de las grandes ciudades de Brasil.