La fecha límite del sábado 3 de septiembre establecida por Rusia para reanudar el flujo de gas en Europa, fue modificada debido a la reparación “urgente de componentes claves” en el gasoducto Nord Stream 1, el más importante de este continente, que va desde el territorio ruso hasta Alemania, pasando por el Mar Báltico.
El Nord Stream 1 fue cerrado el miércoles 31 de agosto por la compañía energética estatal rusa durante tres días debido a «mantenimiento», pero unas horas antes de vencerse el plazo y reanudar el suministro, la empresa rusa Gazprom detectó “mañ funcionamiento” de una turbina, según publicó en redes sociales.
Explicaron que el Nord Stream 1 no funcionaría a menos que se eliminaran estas fallas, por tanto no se restablecerá el flujo de gas; de igual forma no estableció una nueva fecha límite para retomar las operaciones con Europa.
Sin embargo, ‘Siemens Energy’, una de las compañías que presta servicio de mantenimiento a las turbinas del Nord Stream 1, aseguró que la fuga detectada no debería detener el funcionamiento de la tubería y agregó que hay turbinas adicionales disponibles para que el gasoducto siga funcionando.
«Dichas fugas normalmente no afectan el funcionamiento de una turbina y pueden sellarse en el sitio. Es un procedimiento de rutina dentro del alcance del trabajo de mantenimiento», destacó la compañía.
“Arma económica”
Los constantes cortes de suministro y cierres del gasoducto por mantenimientos han sido señalados por Europa y Estados Unidos como un pretexto de Moscú para presionar al bloque occidental y por represalia debido a las sanciones impuestas tras la invasión a Ucrania el pasado mes de febrero.
Rusia comenzó los cortes a mediados de junio. En las últimas semanas el Nord Stream 1 ha estado funcionado solo al 20% de su capacidad.
«Desafortunadamente, no sorprende que Rusia siga usando la energía como arma contra los consumidores europeos», dijo a la agencia de noticias Reuters un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional.
La Casa Blanca, líderes de la Comisión Europea y Canadá también se han puesto de acuerdo para señalar al Gobierno ruso de usar la energía como un “arma económica contra Occidente”, pero el Kremlin ha negado las acusaciones y siempre ha afirmado que los mantenimientos que han detenido los suministros son “completamente necesarios”.
Con informacion de France24.