La Asociación de Líneas Aéreas Venezolana, (ALAV) reveló que la suspensión de los vuelos comerciales de Venezuela con Panamá, la República Dominicana y Perú, vigente desde el 31 de julio, es una medida “política” con la que el país petrolero redujo 54 % su conectividad internacional.
El impacto de la medida a la conexión con esos tres países revistió gran importancia para Venezuela debido a su aún baja oferta de vuelos internacionales directos, pese a que su conectividad con el mundo mejoró tras la pandemia del coronavirus, que significó otra estocada para un sector que ya sufría las consecuencias de la crisis económica que comenzó en 2014.
Marisela de Loaiza presidente de ALAV, indico en entrevista a la Agencia de Noticias española EFE y publicadas en el Diario panameño, La Estrella de Panamá, que de los 181 vuelos internacionales a la semana que había antes de la medida, quedan 83, decir, 98 menos, que equivalen a unos 15.000 asientos semanales que ya no están disponibles, precisando que “Perdimos más de la mitad de la conectividad internacional”, dijo la dirigente gremial, quien dice no entender el motivo de esa medida que -advirtió- repercute no solo en el turismo, sino también en la economía, dado que de un total de 352 frecuencias semanales internacionales tenía Venezuela en 2013, el “momento de mayor auge por el acceso a divisas”, cifra que se redujo en seis años hasta “solo 100” en 2019, debido al “retiro gradual de las líneas aéreas” por “la imposibilidad de repatriar los fondos a sus países de origen”, así como a “la caída del mercado” Por otra parte, Marisela de Loaiza presidente de ALAV , aclaró a EFE que, si bien medios informaron recientemente de una supuesta extensión de la medida hasta el 30 de septiembre, la cartera de Transporte, la suspensión “sigue vigente” porque “nunca tuvo un tiempo de caducidad