Me ha costado escribir sobre el problema, vigente como nunca, en el país, la región y el planeta. Admito un terrible error.
Una imperdonable y confusa creencia, me hizo pensar que las cosas no ocurrían, al menos en nuestro país, en gente con educación.
Creí que, personas con precarias condiciones culturales e intelectuales, a veces escasos de dinero, eran responsables de cometer el delito anunciado.
¡Como sí locura, traumas y agresión fueran determinadas exclusivamente, por el entorno socio económico! Admito mi error y falla.
Vi a nuestro país, al margen del horror, sucedido en todo el planeta, creyendo a varios de nuestros intelectuales, hombres de bien; incapaces de usar la “fuerza bruta” contra mujeres, niñas, jóvenes y ancianas.
La pandemia produjo una “matanza” de mujeres en el planeta. Las investigaciones de los motivos las deberán hacer quienes tanto luchan por la igualdad de los Derechos Humanos. Insólito en el siglo XXI.
Inesperado en nuestro país. Venezuela fue siempre un país de avanzada con relación a las mujeres. Algunos elementos lo confirman.
En el siglo XIX se encuentra una hermosa revista, para algunos nuestra primera revista literaria: “La Guirnalda” de José Luis Ramos, 1839. Es la primera revista femenina; cuyo lema dice: “Dedicada a las hermosas venezolanas”.
Avanzado el siglo XIX, aparece “La Biblioteca del Hogar”, también dedicada a la mujer. Periodismo hecho por hombres, para el avance y crecimiento de la mujer. Lucharon junto a los hombres en la independencia: Luisa Cáceres de Arismendi, de las primeras heroínas. No debe olvidarse, el divorcio en Venezuela lo establece Antonio Guzmán Blanco, (Siglo XIX) durante sus años de autocracia. También promulga el extraordinario Decreto de Instrucción Pública y Obligatoria, sin segregar a las niñas.
A comienzos del XX, 1928, plena dictadura de Juan V. Gómez, época de carnaval, una hermosa caraqueña; contribuirá en la lucha por visibilizar los estudiantes presos contra la dictadura.
Es un símbolo. Apenas muere el dictador en 1935, al año siguiente se funda la Asociación de Mujeres de Venezuela. (1936) Las mujeres de vanguardia, junto a los hombres, logran el voto femenino en la Constitución de 1947. Continua el ascenso y todas las profesiones tienen mujeres. Se incorporaron a la universidad desde 1940. La clausura de la Universidad eliminó esa posibilidad.
La democracia, 1958 abrió las puertas de la universidad, sin discriminación de ningún tipo.
Se trabajó en diversos frentes logrando la participación y dirección femeninas. Durante la dictadura de Pérez Jiménez: hubo militantes presas; esposas, hijas y hermanas sacrificadas, por los familiares en la cárcel.
Al ocurrir la reforma del Código Civil,1983, lograda con la unidad de todas las mujeres, sin diferencias ideológicas; gracias al liderazgo y tesón de Mercedes Pulido de Briceño, ministro de Estado para la Mujer, la igualdad de las mujeres venezolanas ante la Ley es irrebatible.
Algunas no lograron entender; otras no comprendieron las reformas. Lo fundamental: el ambiente propiciaba la igualdad de los dos sexos, especialmente, ante la Ley.
Hubo y se conoció de casos desafortunados, dolorosos con relación a la violencia doméstica.
Se creó una infraestructura de protección a la mujer maltratada: asesoría jurídica gratuita, casa para la mujer abusada, custodia de los hijos, preferencia en el otorgamiento de la guardia y custodia de los hijos hasta los 7 años en caso de divorcio; decisión de no usar el apellido del marido y sin obligación de seguirlo a donde fijara su residencia; participación de las mujeres en la Guarda Potestad, entre muchos otros aspectos.
No fue suficiente: las madres, las abuelas, los padres no machistas, se descuidaron en la educación de los hijos para eliminar cualquier rasgo de violencia.
Resulta inaceptable entre gente ¿culta? la repetición de la violencia familiar, por parte de los varones. ¿Por qué al cometer el primer acto de violencia familiar, contra la mujer, no fueron al psicólogo, al psiquiatra, al terapeuta? ¿Cómo entenderlo en hombres preparados? Escriben, argumentan, contrastan ideas y al mismo tiempo ¿violencia y agresión contra sus parejas? ¿Por qué los aguantan? ¿Qué clase de patología es esta? ¿Hay solución en el planeta? ¿Por qué se silencia y se hacen cómplices “amigos, colegas, hermanos”? No hay justificación: todos lo saben y por ser un “amigo” callan. Lo mínimo, una llamada de atención y remitirlo al especialista. ¿Por qué se hacen los tontos? ¿De qué se trata esto? Se sabe: “fulano”, “mengano” y “zutano” son violentos en su familia. No se dice nada. Nadie se debería meter en la vida de otros, hasta qué se presume, ocurrirá un delito. ¿Esperar a qué ocurra? La violencia doméstica, agresión a mujeres y niñas es delito grave. Resulta imprescindible, ponerle coto. La denuncia es fundamental. Buscar asistencia terapéutica corresponde a gente civilizada y culta. ¡No más silencio cómplice! ¡Atención madres, hijas, nietas, hermanas y amigas tienen que aprender el gesto necesario para advertir que están corriendo peligro! Los 4 dedos de la mano juntos y el pulgar doblado en la palma: ¡ayuda, estoy en peligro! ¡Atención! No más víctimas.
PD. Terminando de escribir el artículo, me entero de las agresiones por vía de las redes sociales contra la colega Mary Montes. A Mary, mi respaldo y solidaridad absoluta. A quienes pretenden difamarla: ¡La envidia no los deja vivir!
