Chile adoptó nuevos requisitos ambientales para el otorgamiento de concesiones en áreas protegidas.
La ley que creó el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), entró en vigencia en octubre 2023 y exige nuevos requisitos.
Requisitos ambientales
Según esta ley, se pueden otorgar concesiones en tres categorías de áreas protegidas: Reservas Nacionales, Áreas de Conservación de Múltiples Usos y Área de Conservación de Pueblos Indígenas, siempre que cumplan con ciertos requisitos.
Uno de ellos es que el área donde se encuentra la concesión cuente con un plan de manejo que debe ser implementado a través de planes operativos.
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Deberán obtener un informe favorable del ministerio para funcionar. La actividad que realicen deberá ser compatible con el objeto de protección y los ecosistemas que el área protegida busca conservar.
Las áreas protegidas donde se mantienen solicitudes de concesiones salmoneras en trámite no tienen planes de manejo. El Ministerio de Medio Ambiente informó que, de acuerdo a la ley, dichas solicitudes se deben congelar.
La mayoría de las solicitudes se concentran en las Reservas Forestales Las Guaitecas y Kawésqar que, aunque fueron creadas en 1938 y 2019, aún no cuentan con un plan de manejo.
Los primeros reclamos
Gabriel Boric, presidente de Chile, anunció que después de trece años el SBAP se transforma en ley y obliga a cumplirla porque no es una declaración de intenciones.
La puesta en vigencia del SBAP sella una etapa que comenzó en 2010 con la creación del Ministerio del Medio Ambiente. Su principal misión será fortalecer la protección de los territorios, la biodiversidad y su pérdida, así como los efectos del cambio climático.
Varias movilizaciones se desarrollaron debido a que una indicación en particular dentro del proyecto de ley pretendía modificar la Ley General de Pesca y Acuicultura para impedir que nuevas concesiones se instalarán en las áreas protegidas.
Las manifestaciones fueron encabezadas por los trabajadores de la industria que temían perder sus puestos de trabajo.
Maisa Rojas, ministra de Medio Ambiente, explicó que “el proyecto buscaba resguardar las áreas protegidas, zonas que hemos decidido cuidar por su valor en biodiversidad y por los beneficios que nos entregan. Para cumplirlo, la Ley para la Naturaleza prohíbe nuevas concesiones de salmonicultura, pero se mantienen las actuales” y que, por lo mismo, la iniciativa no afectaba el empleo actual.
Ahora, la industria salmonera ha vuelto a manifestar su descontento a pesar de que la ley SBAP sí permite el otorgamiento de concesiones al interior de áreas protegidas, aunque no en cualquiera y bajo ciertas condiciones.
La industria del salmón aporta el 2% del PIB a Chile, señalaron desde SalmonChile, asociación que reúne a empresas productoras y proveedoras de salmón en el país.
Sady Delgado, gerente general de la empresa salmonera AquaChile celebró la firma de un protocolo que permitirá la entrada del salmón del pacífico al mercado chino.
Elizabeth Pulgar, presidenta del sindicato Trusal-Salmones Pacific Star, manifestó la preocupación que sienten los trabajadores de la industria de perder su empleo, debido a esas restricciones.
Pulgar reconoció que la industria ha generado daños: “los estándares de calidad se están respetando” y recalcó que actualmente la mano de obra de la industria está constituida en un 60% por mujeres..
En la misma línea, Paola Sanhueza, presidenta de la Federación de Trabajadores del Salmón (Fetrasalmón), aseguró que nadie está en contra de la ley SBAP, al contrario, es positivo el resguardo del ambiente, y según dice esta industria ha avanzado positivamente en los últimos 10 años.
Pese a las mejoras que la industria salmonera ha venido desarrollando en términos ambientales, según los trabajadores de las empresas, solo en lo que va del año 2023, la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) ha iniciado más de 35 procesos sancionatorios por sus centros de cultivo en el mar, asegura la Fundación Terram.
En la mayoría de los casos, los procesos sancionatorios tienen que ver con incumplimientos a los permisos ambientales que la autoridad les otorgó.
A inicios de este año, la empresa Australis Mar fue parte de esos procesos. Tras la autodenuncia de la compañía, la SMA inició cinco procedimientos sancionatorios debido a la sobreproducción de salmones en ocho de sus centros de cultivo. Todos están ubicados en áreas protegidas de la Patagonia.
Pero los incumplimientos por parte de la industria salmonera que han tenido como consecuencia daños ambientales, no son solo de este año.
Uno de los casos más graves es el de la empresa Nova Austral a la que la SMA revocó los permisos ambientales de tres centros y aplicó una millonaria multa.
La decisión, nunca antes aplicada, se adoptó luego de comprobarse que la empresa provocó un daño ambiental en el Parque Nacional Alberto de Agostino de Magallanes, tras superar la producción máxima autorizada.
Otro episodio fue el sucedido en 2021, cuando se registró más de 5.000 toneladas de salmones muertos debido a la “marea café”, amenazando los ecosistemas marinos en la Patagonia.
A pesar que en esa oportunidad, el gobierno señaló que se trataba de un evento natural, los científicos aseguraron que la industria salmonera también tuvo responsabilidades.
