By Por: Félix Carmona / CNP: 4.188
Este es el pez más grande que jamás haya existido. Un superdepredador marino prehistórico que gobernó los océanos hace millones de años y ha cautivado durante mucho tiempo la imaginación de cientÃficos y público por igual.
El megalodón (Carcharocles megalodon) fue una enorme especie de tiburón que vivió hace aproximadamente entre 19,8 y 2,6 millones de años, durante las épocas del Mioceno y Plioceno. Como uno de los depredadores marinos más grandes y poderosos que jamás hayan existido en la faz de la Tierra.
Se estima que esta criatura alcanzó longitudes de hasta 18 metros y pesó hasta 100 toneladas. ¿Qué comÃa? Se alimentaba principalmente de grandesmamÃferos marinos, como ballenas, delfines y focas.
Si bien no fue el único depredador marino destacable en la historia de la Tierra, ya que los océanos prehistóricos fueron el hogar de una gran variedad de criaturas enormes y temibles, como los ictiosaurios y los pliosaurios que vivieron hasta el Cretácico Superior, o los mosasaurios, otro grupo de formidables reptiles marinos.
Pero una de las cualidades que más llama la atención de esta criatura es que tenÃa los dientes más grandes de cualquier especie de tiburón conocida, con algunos dientes fósiles que medÃan más de 18 cm de largo. Estos dientes estaban aserrados, lo que los hacÃa muy efectivos para cortar carne y huesos.
La evidencia fósil sugiere que este mega pez utilizó áreas especÃficas, conocidas como guarderÃas, para dar a luz y criar a su progenia. Estos criaderos generalmente se ubicaban en ambientes de aguas cálidas y poco profundas que ofrecÃan protección y abundante fuente de alimento para los tiburones jóvenes. Una de ellas habrÃa sido en la Formación Gatún de Panamá, donde se han encontrado numerosos dientes de megalodón, junto con fósiles de otras especies marinas.
Un reciente estudio desarrollado por cientÃficos ambientales de UCLA, UC Merced y la Universidad William Paterson concluyó que el megalodón no era un asesino de sangre frÃa, sino caliente.
Los investigadores analizaron isótopos en el esmalte dental de estas monstruosas criaturas. Llegaron a la conclusión de que los megalodones mantenÃan una temperatura corporal de aproximadamente 7 grados Celsius, una temperatura más cálida que el agua en la que nadaban. Esta diferencia de temperatura es evidencia suficiente para clasificar a la gigantesca criatura, como una criatura de sangre caliente.
«Estudiar los factores impulsores detrás de la extinción de un tiburón depredador de gran éxito como el megalodón, puede proporcionar información sobre la vulnerabilidad de los grandes depredadores marinos en los ecosistemas oceánicos modernos que experimentan los efectos del cambio climático en curso», comentó el investigador principal Robert Eagle.
Eagle también sugiere que quizá este gasto energético en conservar su temperatura corporal, también tuvo que ver con lo siguiente: su extinción. AsÃ, según los investigadores, las considerables demandas metabólicas de mantener la sangre caliente podrÃan haber afectado la extinción de la especie.
¿Qué llevó a la extinción de este enorme depredador? Su desaparición ha sido objeto de mucha especulación, con varios factores que podrÃan haber contribuido a su desaparición. Algunos investigadores sugieren que una combinación del cambio climático y la disminución de especies de presas adecuadas podrÃan haber sido responsables de la extinción de este pariente cercano del gran tiburón blanco.
A medida que el clima de la Tierra se enfrió durante la época del Plioceno, los criaderos de aguas cálidas de la referida criatura marina, quizá se volvieran menos viables, lo que dificultó su reproducción y, por tanto, las posibilidades de mantener la población. Además, el surgimiento de nuevos depredadores mamÃferos marinos, como las orcas, pudo haber aumentado la competencia por los recursos y contribuido al declive de la especie.
Por último, está el estudio más reciente publicado en el año 2023, indica que «debido a que el mega pez se extinguió en la época de los cambios extremos en el clima y el nivel del mar, que afectaron la distribución y el tipo de presa, nuestro nuevo estudio arroja luz sobre la vulnerabilidad de los grandes depredadores marinos, como el gran tiburón blanco, a factores estresantes como el cambio climático».
