A finales de 2024, los latinos con residencia permanente en EEUU que busquen obtener su ciudadanía se enfrentarán a un nuevo examen que, según expertos, los obligará a modificar las prácticas comunes de estudio para poder pasar las secciones de habla de inglés y educación cívica.
La propuesta de rediseño sometida por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EEUU (USCIS, por sus siglas en inglés) podría tener un impacto en la decisión de los latinos de convertirse o no en ciudadanos.
Las autoridades de inmigración de EEUU están realizando pruebas para implementar cambios al examen de ciudadanía. Estos podrían agregar estrés a los latinos y los obligaría a adaptarse a nuevas prácticas de estudios, según expertos.
“Ciertamente tendrá un efecto al principio. Creo que cómo se implementa y cómo califican la prueba determinará si habrá un número menor de personas que soliciten la ciudadanía… se correrá la voz sobre lo difícil que puede ser y eso podría tener un impacto con el tiempo”, dijo a la Voz de América Kevin Appleby, director ejecutivo interino del Centro de Estudios Migratorios de Nueva York (CMS, por sus siglas en inglés).
Uno de los cambios que está probando USCIS es pedir a los solicitantes que observen tres fotografías en color, seleccionadas al azar de un grupo de aproximadamente 40 imágenes que corresponden a actividades diarias, el clima o la comida. Los solicitantes recibirán una puntuación en la capacidad de responder en inglés usando vocabulario y frases simples que sean relevantes para la imagen.
Esto, según Appleby, tendría el propósito de determinar no solo la memoria de una persona, sino que alguien pueda hablar de manera funcional. Sin embargo, “puede hacer que sea más difícil, especialmente para los inmigrantes vulnerables -como los refugiados, los discapacitados o los ancianos- que podrían no haber dedicado tanto tiempo a aprender inglés, o incluso aquellos que no tienen tanta educación en su propio idioma”.
En consecuencia, las personas se deberían amoldar a los nuevos métodos de evaluación. “Creo que los inmigrantes son ingeniosos y se adaptarán a cualquiera. Puede ser difícil al principio, sin duda, pero creo que encontrarían una manera de aprender esa habilidad para que puedan convertirse en ciudadanos”, agregó Appleby.
El USCIS justificó el ensayo de rediseño como un “esfuerzo para garantizar mejor que la parte de conversación de los requisitos del idioma inglés esté estandarizada y evalúe suficientemente la capacidad de comprender palabras de uso común”. Los cambios, según la agencia, responden también a comentarios recibidos por “partes interesadas” sobre la estructura de la prueba.
Elizabeth Jacobs, directora de asuntos regulatorios y política del Centro de Estudios de Inmigración, aseguró en declaraciones escritas en diciembre, cuando se anunció la intención de comenzar a probar los cambios, que estos “reducían la dificultad” del examen pues “abandona las preguntas formales” para “favorecer temas conversacionales”.
El USCIS también se propuso implementar preguntas de opción múltiple en la sección de educación cívica, que pone a prueba su conocimiento sobre historia y el gobierno de EEUU y que actualmente solo requiere que la persona ofrezca la respuesta a diez preguntas realizadas al azar de un grupo de 100. Para pasar, el aplicante debe responder correctamente al menos seis de ellas.
Manuel Orozco, director del programa de migración, remesas y desarrollo del Diálogo Interamericano en Washington, dijo a la VOA que “donde más se falla” al presentar el examen es en la sección cívica.
“Es importante aumentar la formación cívica de los inmigrantes antes de tomar el examen, y a la vez identificar alternativas de realizar esa prueba. Pedagógicamente las pruebas de opción múltiple aumentan la ansiedad en la selección de respuestas”, apuntó Orozco.
Los solicitantes que no aprueban uno o ambos componentes del examen de ciudadanía tendrán una segura oportunidad para aprobar la parte que no les fue posible la primera vez. Datos revelados por USCIS apuntan a que, en 2022, un 88,4 % de las personas aprobaron el examen en su primer intento, mientras un 94,8 % de los solicitantes aprobaron luego de ser reexaminados.
Las propuestas de cambios realizadas por USCIS se encuentran en un “periodo de prueba” que ocurrirá durante un plazo de cinco meses en el 2023, y que le permitirá a la agencia recibir insumos de organizaciones y partes interesadas sobre la eficiencia de los cambios.
El examen de ciudadanía debe cambiar después de 15 años de su última modificación, implementada en 2008.
Para Appleby, el director interino del CMS, es de “interés” para EEUU “tener ciudadanos que han estado aquí como residentes permanentes” pues “son más capaces de contribuir con su parte, de ser más parte de nuestro sistema político”.