79 derrames de petróleo tuvo Venezuela en 2023. Así lo refleja el Reporte de derrames petroleros presentado por Clima21 (Observatorio Venezolano de Derechos Humanos Ambientales).
En este informe se indica que, para el segundo semestre del año 2023 se registraron 35 derrames de hidrocarburos. Al sumar esta cifra con los 44 casos contados en el semestre anterior resulta un total de 79 eventos registrados en el año 2023.Un número muy similar al documentado en el año 2022 cuando se totalizaron 81 derrames.
Muchos de estos derrames se tratan de eventos continuos o lugares donde ya habían ocurrido otros derrames y fugas sin que aparentemente se solucionen las causas de los mismos.
Durante este período los estados afectados fueron principalmente Zulia y Falcón y en menor proporción los estados Anzoátegui y Carabobo.
A pesar de ello, en el mes de julio el ministro para el Ecosocialismo aseguró que el Lago de Maracaibo no se encontraba en emergencia por contaminación.
En el mes de agosto pasado, el ministro de petróleo afirmó que en lo que iba de 2023 se habían registrado “casi cero” derrames en ese cuerpo de agua. En contraste, a finales de junio el presidente de la República anunció un plan para descontaminar este cuerpo de agua.
Al igual que en los otros períodos, la empresa Petróleos de Venezuela no suministró información adecuada y suficiente sobre las causas, naturaleza del hidrocarburo derramado, ni ningún otro detalle de los mismos.
Una excepción fue el caso del derrame en El Palito en el cual la estatal petrolera señaló que la causa había sido el desborde de una laguna de tratamiento de efluentes como consecuencia de las lluvias ocurridas en la zona.
Estas emergencias generan graves amenazas ambientales y daños a personas y comunidades que habitan en las zonas afectadas.
A pesar de ello, en ninguno de los casos parece haberse realizado una evaluación de los daños ocasionados por el derrame, ni las empresas involucrados asumieron responsabilidad alguna por estos daños.
Tampoco se conoció que se abrieran investigaciones sobre los responsables de estos hechos, ni sobre posibles sanciones a aquellos que resultaran por acción u omisión.
En algunos casos la empresa prometió pagar compensaciones a los afectados por los derrames, pero no existe ninguna información de que haya cumplido con la misma.
Igualmente persiste el patrón constante de negación a la información y la obstaculización del trabajo de los medios de comunicación.