Autoridades locales aseguraron que 50 personas murieron en un ataque aéreo sobre el campo de refugiados de Jabalia, en el norte del territorio.
Horas antes, tropas de Israel atacaron a hombres armados de Hamás al interior de la vasta red de túneles subterráneos en el enclave, según informó la institución castrense.
Por su parte, el movimiento islamista aseguró que sus militantes dispararon contras las fuerzas israelíes en el norte y sur del territorio.
La situación para los civiles empeora: al menos 8.525 palestinos han muerto, según la última actualización de las autoridades locales, mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte una “catástrofe de salud pública inminente”.
Mientras Israel continúa su ofensiva aérea, sus tropas en el terreno golpearon al menos 300 objetivos del movimiento islamista que controla el enclave y atacaron a sus militantes dentro de la extensa red de túneles, según afirmaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), en un comunicado.
Por su parte, las brigadas Al-Qassam, el brazo armado de Hamás, aseguraron que sus hombres se enfrentaron este martes a tropas israelíes «que invadieron el eje sur de Gaza”; versión que no ha sido confirmada por el país de mayoría judía.
En momentos en que se recrudecen los asaltos en el terreno, la crisis humanitaria se agrava. El alto al fuego es “una cuestión de vida o muerte” para más de dos millones de palestinos, remarca la ONU.