El siniestro tuvo lugar en la carretera de Puebla a Oaxaca.
El choque de un autobús que transportaba “en su mayoría” a migrantes venezolanos dejó 15 personas muertas y 36 lesionadas, informó este martes la Secretaría de Gobernación de Puebla.
El organismo detalló que en su mayoría, los fallecidos son de nacionalidad venezolana.
El vehículo “se impactó contra un tráiler, producto de lo cual, lamentablemente, 15 personas perdieron la vida y 36 más resultaron heridas”, informó la dependencia en su cuenta de X .
“Los pasajeros lesionados entre hombres y mujeres fueron trasladados al Hospital General de la ciudad de Tehuacán y 9 de ellos a los Centros de Salud de la entidad”, agregó el despacho en la red social.
El gobernador de Oaxaca, Salomón Jara, confirmó el accidente también en su cuenta de X, aunque sin precisar el número de muertos y lesionados.
“He instruido a los titulares de las dependencias pertinentes colaborar en lo necesario, así como brindar apoyo a las personas heridas. Enviamos un abrazo y nuestro pésame a las familias de las personas fallecidas”, escribió Jara.
La carretera donde ocurrió el siniestro permanecía cerrada a la circulación debido a los trabajos de los servicios de emergencia, según informó el sistema de caminos y puentes federales, Capufe.
Trayecto riesgoso
El siniestro es el último de una seguidilla de incidentes de este tipo que se han presentado en autobuses que viajan hacinados de migrantes por las carreteras mexicanas.
Como es bien conocido, numerosos migrantes venezolanos en condición irregular recorren las carreteras de ese país en busca de llegar a la frontera con Estados Unidos para pedir refugio o intentar cruzar de manera irregular.
Al respecto, las cifras son reveladoras: Más de 2.7 millones de personas fueron interceptadas por Estados Unidos en sus límites con México.
La mayoría viaja clandestinamente, ocultos en camiones de carga, en condiciones de hacinamiento y sometidos a maltratos a manos de los “polleros”, como se conoce a los traficantes de personas.
Los viajeros, no solo se enfrentan al peligro de sufrir graves accidentes, sino que no siempre los traficantes cumplen su palabra y les falta compasión.
La semana pasada, las autoridades del país azteca encontraron a un grupo de migrantes abandonados a su suerte en el bus que viajaban. Al interrogarlos, se descubrió que venían de muy lejos: 129 era de Egipto y otros 9 de Mauritania.
Sin embargo, estos casos no se comparan con los de aquellos que pierden la vida o resultan heridos en su trance hacia una supuesta vida mejor en el país del norte.
A inicios de agosto, al menos 18 personas murieron y otras 23 resultaron lesionadas luego que un autobús con pasajeros locales y migrantes de países como India, República Dominicana y del continente africano cayera en un barranco en el estado de Nayarit al noroeste.
El pasado 28 de julio, la tragedia se escenificó en Tabasco, cuando cinco hondureños fallecieron también en un accidente de carretera.
En febrero, otro choque en la misma zona limítrofe entre Puebla y Oaxaca dejó 17 muertos y 15 lesionados, entre ellos migrantes de Venezuela, Colombia y Centroamérica.
El accidente más cruento de migrantes en ruta se registró en diciembre de 2021, cuando un camión remolque que trasladaba a más de 160 chocó contra un puente en el estado de Chiapas (sur) dejando más de 50 muertos, la mayoría centroamericanos.
