Kevin McCarthy, confirmó que rechazó una petición de Zelenski para poder dirigirse ante la Cámara Baja del legislativo estadounidense.
Días después de terminar su participación en el inicio de la 78° Asamblea General de Naciones Unidas, Volodimír Zelenski viajó desde Nueva York hasta la capital estadounidense para insistir sobre la importancia de la ayuda de Estados Unidos para «combatir el terror ruso».
En su segunda visita a Washington desde que inició la guerra, el presidente ucraniano se reunió con Joe Biden además de conversar con representantes de la Cámara de Representantes y del Senado. La visita ocurrió en medio de cuestionamientos del ala republicana sobre seguir con los paquetes de apoyo a las tropas ucranianas.
«Hoy estoy en Washington para reforzar nuestra capacidad de defender a los niños ucranianos, nuestras familias, nuestros hogares, la libertad y la democracia en el mundo,», afirmó el mandatario ucraniano tras ser recibido con honores en la Casa Blanca, donde procedió junto con su primera dama, Olena Zelenska, a saludar a la pareja de Joe y Jill Biden.
En la recepción, el presidente estadounidense extendió su apoyo a su homólogo ucraniano, añadiendo que su administración está haciendo «todo lo posible para que el mundo esté contigo».
Ya finalizada la reunión presidencial, Zelenski tuvo la oportunidad de dirigirse ante el senado estadounidense en el antiguo hemiciclo de la cámara alta, dentro del Capitolio. Ahí, también pudo reunirse con el líder de la minoría senatorial, Mitch McConnell, y el de la mayoría, Chuck Schumer, mismo que expuso la importancia de la ayuda estadounidense.
«El señor Zelenski dijo ‘si no recibimos la ayuda, vamos a perder la guerra'», indicó Schumer, citando las supuestas palabras que el mandatario ucraniano le habría dicho durante su reunión a puerta cerrada.
Por otro lado, el líder de la mayoría en la cámara de representantes, Kevin McCarthy, confirmó que rechazó una petición de Zelenski para poder dirigirse ante la Cámara Baja del legislativo estadounidense, argumentando que «no había tiempo para eso con tan poca antelación», además de no estar con el líder de la minoría congresista, Hakeem Jeffries, en la recepción del mandatario.
Nueva ayuda por 325 millones de dólares
Después de ser ampliamente criticado por el ala más conservadora del Partido Republicano por pedir un fondo adicional de 24.000 millones de dólares al congreso para seguir apoyando militarmente a Ucrania, Joe Biden anunció un nuevo apoyo millonario para las tropas de Kiev.
Se trata de un paquete de 325 millones de dólares con el concepto de «asistencia presidencial para la retirada de tropas de Ucrania», lo que, según el secretario de Estado Anthony Blinken, también traería consigo el suministro de artillería, sistemas antiaéreos y municiones de racimo, estás últimas fuertemente criticadas por su potencial efecto negativo en la población civil.
«Si lo permitimos aquí, ocurrirá en otros lugares y socavará la seguridad fundamental, por no hablar de los valores que tanto aprecia el pueblo estadounidense,», señalo Jake Sullivan, Asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Ya van cuatro rondas de asistencia que el Poder Legislativo en Washington ha aprobado para engrosar las reservas bélicas de Kiev, lo que en total representa unos 113.000 millones de dólares que el Gobierno estadounidense ha destinado a la causa ucraniana.
A pesar de que a principios de la guerra parecía existir un consenso positivo en los legisladores sobre la necesidad de Ucrania por ayuda estadounidense, hoy existen muchas voces disidentes que cuestionan el seguir financiando a las fuerzas de Kiev.
Dudas entre los republicanos
La primera vez que Volodímir Zelenski pisó Washington para pedir ayuda al Congreso, fue recibido con palabras de ánimo y promesas de financiamiento. Hoy, la situación se ha tornado más hostil para la causa ucraniana.
En una declaración conjunta, los 28 congresistas republicanos, de ambas cámaras, expresaron su rechazo a seguir aprobando más paquetes de ayuda militar para Kiev, señalando al Gobierno de Zelenski por mantener cierto secretismo entorno a la contraofensiva, además de extender múltiples cuestionamientos al jefe de Estado.
«¿Cómo va la contraofensiva?, ¿Están los ucranianos más cerca de la victoria que hace 6 meses?, ¿Cuál es nuestra estrategia y cuál es el plan de salida del presidente?», sentenciaron los republicanos en la carta, en donde se negaron a seguir apoyando a Kiev si esas preguntas no eran respondidas.
Después de que el Gobierno de Polonia anunciara que suspendería el suministro militar a Ucrania, el gobierno de Volodímir Zelenski ha repetido intensamente la necesidad de apoyo extranjero que tiene su ejército para detener la intervención rusa.
Sin embargo, ya con más de un año de conflicto, parece que la situación está mermando la paciencia de algunas naciones aliadas a Kiev.
