Por: Gloria Cuenca
Soy muy afortunada como mujer. Jamás he tenido en mi entorno ningún macho agresivo y cercano a la misoginia, de esos maltratadores y violentos contra la mujer. Mis hombres fueron y son maravillosos: padre, tíos, primos, hermano, marido, hijo, nietos, yerno y cuñados; son un montón, muchos ya muertos, otros vivos. ¡Gracias a Dios! Rodeada de hombres y mujeres, cultos y educados, así he vivido siempre. Todos civilizados. ¡Una maravillosa fortuna! Personas en el amplio sentido de la palabra. Seguramente, optarán al título de ciudadanos del mundo; creo y confío en esto, (aun cuando yo no lo vea) disfrutarán algún día, en este extraordinario planeta Tierra. Pese a los entuertos que observamos en este momento.
No digo lo mismo, no puedo hacerlo, sobre algunos varones que detentan el poder en este momento. Un gobernador, llama a que, sus huestes “saquen a golpes” (no dijo esa palabra sino la grosería, machista en sí misma) a la candidata a las Primarias María Corina Machado. Me había hecho la ilusión, ingenua de mí, al ver 3 mujeres de gran talento, educación, dedicación y formación compitiendo en ese evento de las Primarias, que a pesar de 25 años de retraso constante, por este “dizque socialismo del siglo XXI”, el país había entrado de lleno en las posibilidades del desarrollo humano de la época presente. (Época del Conocimiento, de la Información o de la Comunicación, como quieran decirle, vale.) Rápidamente, me doy cuenta: son atrasados, vergonzoso.
Esa gente que, se sigue llamando de izquierda, no tiene nada que ver, con aquellos de la revolución francesa, que luchaban por cambios.
Si fuéramos realistas, son la ultra derecha conservadora, la más recalcitrante que puede existir en el planeta. Su auténtica lucha es para que todo se quede como está o empeore. ¡Qué desastre! México, tristemente, uno de los países donde la violencia familiar y contra la mujer es más grave.
Sin embargo, ahora Venezuela, está en la oscura competencia; a diario hay agresiones de todo tipo, sexuales, verbales y también asesinatos contra todas las féminas: jóvenes, adultas, ancianas y lo que sorprende e indigna más: niñas y adolescentes. Los casos de violencia intra-familiar son cotidianos. El pan nuestro de cada día, pues. A pesar de que, casi no existe información noticiosa oportuna, veraz e imparcial, diariamente, se sabe de un nuevo atropello contra mujeres. Un feminicidio a diario. En oportunidades, se llega a producir 2 y 3 en un día. Las estadísticas resultan terroríficas. La situación en este sentido, insólita. Lo analizo así: un gobernador de estado se atreve a estimular esos hechos, públicamente. Nos damos cuenta de por qué esta pasando lo que hemos descrito. ¿Tendrá madre ese individuo? ¿hermanas, esposa, hijas? ¿Les dirá lo mismo cuando le parece qué, lo que hacen no está bien? ¡Dios bendito! He sentido como si nos fuéramos siglos atrás, a épocas pretéritas. Jamás he estado cercana a hombres así. Soy periodista desde hace 60 años, jamás escuché un insulto o agresión contra mujer alguna de esa magnitud. Pregunto, ¿las mujeres que siguen a estos tipos perdieron la consciencia? No puedo sino recordar con amor, afecto y agradecimiento al grupo de mujeres, lideradas por la extraordinaria y maravillosa, Dra. Mercedes Pulido de Briceño, ministro para la Mujer.
Incorporó, con democracia y amplitud, a todas las mujeres posibles: no importó, ideología, religión, creencia alguna en la lucha por lograr la reforma del Código Civil de Venezuela. Hecho que transformó la historia de la familia y los hijos en Venezuela, en 1983. Se cumplen 40 años de ese evento. Buen momento, para honrar esa lucha y su importante resultado. Cuestión fundamental: no contaminarse de esas acciones y, sin darnos cuenta, volvernos “mujeres agresoras de las otras mujeres”. Se trata, no volver a la parte más oscura de nuestro pasado, a lo más triste y atrasado. No entiendo, a los líderes, menos a las lideresas del bando oficialista y algunas del sector opositor, que han “copiado” la conducta misógina y vergonzante del sector machista. Probablemente, no tienen nociones de, a donde llega su atraso. Como quien no sabe, qué no sabe. No tienen consciencia de su estado de ignorancia e incultura. De su atraso cronológico. Da mucha tristeza ver a nuestro amado país, en manos de este tipo de persona. Los unos aupando lo más tenebroso y absurdo de la historia; las otras, aceptando y escuchando lo que dicen, repitiendo, como loros aun cuando sea contra sí mismas. Nunca pensé que sería testigo de algo así. No me quedan palabras para asombrarme más. Solo mi posición existencial frente a la vida me hace ser optimista, creer en el humano, en sus infinitas posibilidades, sus inmensos logros; en medio de grandes tragedias. Convencida estoy de que, este es un terrible ciclo, tuvimos que vivirlo; no obstante, se acerca su final. Todo el convencimiento y mi absoluta creencia en Dios, hace que continúe adelante con mis proyectos y vida. Los viles machistas y misóginos – hombres y mujeres- serán vistos como especies en extinción. Les dará vergüenza socializar, dejarse ver en público, en fin, ser vistos a la luz del sol como lo que son. ¡Amanecerá y veremos!