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                             Un grito de advertencia            

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Parte I

El inminente peligro

Este trabajo de opinión, donde han participado, obviamente en forma clandestina, tres oficiales superiores de nuestras fuerzas armadas, fue inicialmente hecho público el 5 de abril de este año.

Los autores hemos considerado importante el actualizarlo ante la real perspectiva que el próximo 28 de julio, el grupo que mantiene bajo secuestro Venezuela y al no tener otra alternativa, como sería el reconocimiento del triunfo de Edmundo González como presidente de la Republica, pretendiendo mantenerse en el poder, utilizando, como le es habitual, la violencia, el fraude y la mentira.

Los autores de este escrito, hoy 7 de julio, a 20 días de las programadas elecciones presidenciales, alertamos seria y responsablemente  a nuestros compatriotas, a las naciones que conforman el mundo libre, a las instancias internacionales, tanto políticas como judiciales, del inminente peligro que se cierne sobre Venezuela, ante el posible desconocimiento de la voluntad popular, ya criminalmente anunciada por el Presidente de la Republica en funciones, el ministro de la Defensa, además de las más altas instancias militares,  decretando, al utilizar un lenguaje bélico el inicio de un proceso de confrontación interno, al considerar las decisiones del soberano como actuaciones de un enemigo, al que hay que confrontar, combatir y aniquilar (discurso de Nicolás Maduro el 5 de julio) iniciándose un proceso de confrontación de gran violencia, realidad esta,  no deseada por ningún venezolano amante de su patria, lo cual muy desgraciadamente, de no detenerse implicaría el derramamiento de sangre de una nación que ha dado señales al mundo entero de su infinita paciencia y de gran madures ciudadana, a objeto de salir en paz de este ya largo periodo de oscuridad, evitando el caer en una confrontación, de la cual se puede  saber la fecha del inicio, pero nunca la de su finalización.

Esta apreciación distinguidos lectores, y muy a pesar nuestro, no tenemos otra alternativa que llamarla por su nombre y apellido: estamos ante un inminente peligro de guerra civil, si Maduro y sus barbaros no acatan la decisión del pueblo soberano.

Resultado de tres guerras fratricidas en los últimos 100 años:

Guerra civil española: de 1936 a 1939. Mueren entre 0.5 y 1 millón de personas.

Guerra civil rusa: entre 1917 y 1923, costó la vida de 5​ a 20 millones de rusos.

Guerra civil de Corea: de 1950 a 1953, murieron de 2,5 a 3,5​ millones de personas.

                                                               Parte II

                                                        El primer escrito

Ascendimos estando siempre entre los primeros 10 de nuestra promoción. Y hoy estamos siendo tratados como los últimos después de los últimos. ¿Por qué? Porque siempre expresamos que aún adolescentes entendimos que nuestra vocación era el de convertirnos en centinelas de la patria y para eso, aun hoy con orgullo afirmamos que al entrar a la Academia comenzábamos nuestro camino como servidores del legado de Bolívar, de Sucre y también de Páez, llanero como uno de nosotros.

Y ya para ese entonces, el 2004, cuando aquel 5 de julio el presidente Chávez nos entregó el sable, estábamos claros, si así como nos definimos antes, hoy en pleno año 2024 que nada ha cambiado, que nuestra vocación como oficiales del que fue, con profundo dolor lo tenemos que reconocer, un glorioso ejército.

Hoy en estos sombríos días nos seguimos considerando centinelas de la patria, porque esa era y es hoy, con orgullo lo reafirmamos, nuestra vocación.

Nuestros objetivos en la vida no han cambiado, servir a Dios, a la patria y ser ejemplo para nuestras familias. Esto ha sido imposible de combinar bajo la concepción de eso que han llamado socialismo del siglo XXI.

Socialismo ¿Cuál socialismo? Lo único que hemos visto en los últimos 20 años ha sido pobreza y fanatismo. Nos obligan a repetir como loros que Chávez vive.

No, Chávez no vive, Chávez se murió, los que viven son unos almirantes y generales que sin ninguna vergüenza y con inmensa desfachatez le dicen al mundo que compraron en Madrid un edificio con 5 apartamentos de 3 millones de dólares para cada uno. ¿Carajo y no les da vergüenza? ¿Traidores nunca? pero si traicionan, vejan y humillan diariamente el juramento de servir honrosamente a la patria. Si, Chávez vive, si pero para seguir expoliando a ese noble pueblo que creyó en el Chávez de por ahora.

Porque, así como 20 años atrás y como ya lo hemos afirmado, nuestra vocación no ha cambiado: lo reafirmamos, solo y exclusivamente deseamos ser militares, no deseamos ser empresarios ni honestos ni tampoco empresarios corruptos, ni participantes de negocios de cualquier índole, ni de drogas ni de oro, ni pavonearse con las prepagos sin ningún respeto por la familia ni tampoco el respeto por el uniforme de Simón Bolívar.

Pues sí señores generales y almirantes: lo gritamos fuerte y claro: solo deseamos ser militares y servirle a la patria, que fue ese el motivo por el cual nos hicimos, primero cadetes y después oficiales de los ejércitos de Bolívar y de Sucre.

Hemos expresado con respeto a ciertos y contados oficiales superiores nuestra posición institucional. ¿La respuesta? Para la mayoría silencio total. No te oí, no te vi. Solo uno se atrevió a decirnos: “Pues si no desean poner en peligro sus integridades y las de sus familias, mueran callados o simplemente soliciten la baja y si se pueden ir fuera del país, mejor todavía.

Esta de hoy no es la patria de Bolívar. Es un territorio al norte de Suramérica que está inserto en un proceso de desaparición, así como cuerpos de inteligencia, los que antes velaban por nuestra seguridad, hoy desvergonzadamente son utilizados para secuestrar y asesinar militares o simples civiles que expresan su inconformismo con el desastre en el cual nos han sumido, además de la hoy inocultable utilización del aparato administrativo para la consecución exitosa de delitos, unos más asquerosos que otros.

Confesamos, nosotros egresados de la Academia entre los 10 primeros de nuestra promoción, que es con gran sacrificio que resistimos la presión que los infiltrados cubanos ejercen en contra de todos aquellos oficiales de quienes sospechen, si, basta y sobra una sospecha, de que no aplaudimos las decisiones de esta cúpula corrupta cívico militar, para que extremen la vigilancia y hasta nos susurren al oído la recomendación de lo que estos traidores de la patria llaman “portarse bien”. Porque sospechan de nuestro desacuerdo con lo que ocurre diariamente en nuestra patria, obviamente que estamos muy preocupados de caer presos por acusaciones infundadas o fabricadas en los laboratorios de desinformación del G2 cubano.

Amigo en la distancia, debemos igualmente confesar, sin poder esconder nuestra humillación, que hemos estado muy cerca de renunciar a una parte de lo que nosotros somos: militares venezolanos, guardianes de la patria.

Somos los mismos quienes ya no podemos salir por las calles de nuestras ciudades con el orgullo de caminar infundados en nuestros uniformes.

Ya hoy no somos bien vistos gracias a una cúpula deshonesta que no representa los valores del ejército venezolano.

No ministro Padrino, no vamos a salir a rebuscarnos en las calles, no vendemos en las autopistas tortas caseras ni tampoco vamos a servir de escoltas del transporte de porquerías. No mi general, como le dijimos al inicio, somos militares profesionales al servicio de los altos intereses de la patria.

En días pasados pudimos conversar con un oficial general, el único que aún nos inspira respeto, y le expusimos nuestras reflexiones sobre la crisis institucional y nuestros temores que, si no sucediese en tiempos breves un cambio y Maduro y el generalato corrupto que hoy gobierna la patria no son sustituidos, la nación, toda entera caerá en un precipicio del cual no saldrá nunca.

Solo basta observar lo que ocurre en Cuba, la nación que Chávez con su socialismo del siglo XXI tomó como ejemplo para la destrucción de la que era la nación más prospera de Latinoamérica.

Esta patria, si la de Bolívar y Sucre y la de Miranda, pero también la del Capitán Acosta Arévalo y la del Teniente Ronald Ojeda y de los miles de compañeros de armas que deambulan por el mundo haciendo cualquier sacrificio para que sus familias puedan medio comer, en un país que era ejemplo de libertades y de solidaridad con el mundo, no puede seguir siendo conducido por un puñado de hombres sin moral ni principios y dispuestos a todo para mantener ese mal habido nivel de vida.

En Venezuela hay que tener clara conciencia que no se dirimen asuntos de política, temas empresariales, estrategias militares, medios de comunicación y hasta de farándula, que no estén infiltrados en pleno por el régimen y sus artimañas para continuar en el asalto de las arcas del país.

Cuando estos que visten de verde llaman a defender la independencia, soberanía y libertad de los venezolanos, se refieren solo a ellos mismos y desde luego a los que forman parte del segmento de cleptómanos, políticos, militares y algunos en el ámbito empresarial quienes destruyen el país con el diario saqueo en forma ordenada y sistemática.

Esta corrompida cúpula califica de pseudo líderes a dirigentes políticos que por lo que podemos observar cuentan con la aprobación de ese pueblo nuestro, hoy reducido a su mínima expresión.

Como venezolanos creemos que este constante ataque a la señora María Corina Machado y a otros líderes políticos que se midieron con ella y que tras su victoria hoy la respaldan, la reconocen como la única persona en estos momentos que pueda iniciar la reconstrucción de una nación que languidece entre el hambre y la represión.

La decisión de declinar su aspiración creando las condiciones con la candidatura del Dr. Edmundo González.

La pobreza como consecuencia del robo y la represión ha generado cerca de 9 millones de desplazados, incluidos un sector de anteriores partidarios del presidente Chávez.

Esperemos que las instancias judiciales supranacionales como la Corte Penal Internacional, se expresen en tiempo breve. Esta cúpula cívico militar, está acusada de serios delitos. Son delitos que no prescriben, como las violaciones de los sagrados derechos humanos, consagrados no solo en nuestra constitución, sino muchos años antes en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de París (1948)  y más recientemente en el Estatuto de Roma.

                                                             Parte III

        La cúpula cívico militar usurpadora es enemiga de la nación venezolana

Cómo si se tratase de una invasión extranjera, letal y destructiva; el régimen opresor probablemente ejecutará un plan de barreras, contra-movilidad, interdicción, practicas disuasivas y de desinformación, pudiendo ser ofensivo, en contra de una población desarmada que en paz y masivamente saldrá a ejercer su derecho constitucional de votar en busca de su derecho más sagrado: su libertad. De manera que ante el discurso beligerante, agresivo con distintas amenazas en lo que fue el eje central del discurso que pronunció en el bochornoso desfile del 5 de julio, las fuerzas democráticas deben estar alertas y atentas e interpretar esas nefastas palabras como una (orden preparatoria) a la orden de operaciones que criminalmente le dio Nicolás Maduro a los bellacos felones que lo respaldan en su marcha delincuencial. Sin duda alguna, el régimen es un enemigo de la nación venezolana.

En consecuencia, es correcto decir que son el enemigo. La cúpula o como se hacen llamar eufemísticamente “Fuerza Armada Nacional Bolivariana”, ya que ni por el nombre, ni mucho menos por su misión, se asemejan en nada a lo que define la FAN en su artículo 328 de la Constitución, la cual recordamos diariamente: «La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar, la cooperación en el mantenimiento del orden interno y la participación activa en el desarrollo nacional, de acuerdo con esta Constitución y con la ley. En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna”.

Menester es recordar que sus pilares fundamentales son la disciplina, la obediencia y la subordinación. La Fuerza Armada Nacional está integrada por el Ejército, la Armada, la Aviación y la Guardia Nacional, que funcionan de manera integral, dentro del marco de su competencia para el cumplimiento de su misión, con un régimen de seguridad social integral propio, según lo establezca su respectiva ley orgánica». Ninguno de estos principios hoy se cumple en nuestro país.

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