La familia de la leyenda argentina asegura que el galardón no pertenece a la casa de subastas Agutets. Los tribunales hasta el momento respaldan la posición de la casa de subastas, tras rechazar sobornos de la familia del astro del fútbol mundial. Ante la polémica, la empresa decidió aplazar el evento a fin de garantizar un clima más agradable para los aficionados, compradores y vendedores
La casa de subastas Aguttes de París, anunció la suspensión de la venta del Balón de Oro que ganó Diego Armando Maradona por su participación en el Mundial de México 1986, luego de que la familia alegara que el trofeo había sido robado de un banco en Nápoles, y por lo tanto no les pertenecía.
Aguttes tomó la decisión de suspender la subasta programada para este lunes 6 de junio, aun cuando un tribunal francés autorizó el jueves que siguiera adelante, al rechazar un recurso de la familia del astro argentino.
Sin embargo, la empresa optó por la suspensión del evento, expresando en un comunicado que su misión principal es organizar ventas en las mejores condiciones tanto para vendedores como para compradores.
“El clima contencioso y la incertidumbre actual no permiten a los aficionados abordar serenamente esta adquisición”, explicó Maximilien Aguttes, uno de los responsables de la casa de subastas.
De igual forma, Aguttes hizo notar también que pese al dictamen favorable sobre la subasta por parte del Tribunal Judicial de Nanterre, los herederos del galardonado campeón han decidido presentar un recurso más y en paralelo hay una investigación penal en marcha.
La familia del jugador asegura que el trofeo habría sido robado en la ciudad de Nápoles, donde durante la década de los 80 el futbolista guardaba sus más preciados tesoros y se convirtió en el máximo ídolo del Napoli.
Desde entonces se le perdió la pista hasta que reapareció en el año 2016, cuando lo compró el actual vendedor, quien aseguró no tener conocimiento de que el trofeo pertenecía a Maradona.
Por su parte, el tribunal dio la razón a la casa de subastas, ya que contempló que el comprador “actúo de buena fe». Además Agutts argumentó que al haber pasado tres años de la adquisición del trofeo sin ningún tipo de reclamación, este pasaba a ser de su propiedad «con todas las de la ley».
Por último, se dice que aunque las autoridades siguen respaldando la posición de la casa de subastas, los herederos del ídolo argentino aún siguen tomando acciones para conseguir el Balón de Oro.
