Michael Cohen, ex abogado personal y colaborador del expresidente Donald Trump, llegó este lunes 13 de mayo al estrado como testigo de la Fiscalía de Manhattan, en Nueva York, en el histórico juicio penal contra el exmandatario y candidato republicano a la Casa Blanca. Cohen es el último de los 19 citados por la Fiscalía y es considerado un ‘testigo estrella’ en el caso, junto a la actriz de cine para adultos, Stephanie Cliffords, conocida como ‘Stormy Daniels’.
Cohen consumó el pago de 130.000 dólares a ‘Stormy’ Daniels durante el ocaso de la campaña presidencial de 2016 para comprar su silencio y evitar que la historia sobre un encuentro sexual entre Trump y ella llegara a los medios.
En el juicio, Cohen dijo a los miembros del jurado que Trump estaba furioso porque la estrella porno estaba vendiendo una historia en 2016 sobre un supuesto encuentro sexual con él y el exmandatario le dijo a Cohen que la difusión de la historia sería catastrófica para su campaña.
Cohen, el testigo estrella de la acusación, también dijo que se enteró de que ‘Daniels’ estaba vendiendo su historia en un momento crítico para la candidatura de Trump a la Casa Blanca, tras la publicación de una grabación de audio del programa de televisión «Access Hollywood» en la que Trump se jactaba de agarrar los genitales de las mujeres.
Cohen, de 57 años, declaró este lunes que hizo los pagos a Daniels siguiendo instrucciones de Trump.La Fiscalía, que acusó a Trump de 34 delitos, asegura que Trump y la Organización que lleva su nombre falsificaron documentos fiscales para encubrir estos pagos y presentarlos falsamente como costos por representación legal.
Durante su declaración en el tribunal este lunes, Cohen describió cómo coordinó con Trump y con los editores del medio impreso The National Enquirer para comprar los derechos sobre posibles historias negativas sobre Trump y engavetarlas o guardarlas para evitar que estas perjudicaran sus posibilidades de ganar las presidenciales en 2016 contra la demócrata Hillary Clinton.
«El propósito era evitar que la historia fuera vendida o comercializada a una fuente externa», detalló Cohen tras explicar cómo fue su papel de intermediación, concretamente con el medio estadounidense The National Enquirer.
Según su declaración, durante una reunión en 2015 en la Torre Trump de Nueva York en la que estuvieron presentes el entonces candidato Trump, David Pecker, entonces editor del The National Enquirer, y el mismo Cohen, los tres discutieron cómo utilizar el medio impreso para impulsar la candidatura de Trump mientras atacaban a sus rivales. Trump le habría ordenado a Pecker que notificara a Cohen —entonces su abogado personal— si se enteraba de historias negativas que pudiesen afectar su campaña.
Cohen, quien solía decir que tomaría una bala por su cliente, también relató cómo coordinó con Pecker para acallar la historia sobre una supuesta aventura con Karen McDouglas, una exmodelo de Playboy.
«Lo que nos dijo (Pecker) fue que podía estar atento a cualquier cosa negativa sobre el señor Trump y que podría ayudarnos a saber de antemano lo que iba a salir y tratar de evitar que saliera», declaró Cohen, quien detalló que se le pagó 150.000 dólares Pecker para que ocultara la historia.
El histórico juicio contra Trump entró este lunes en su quinta semana y después del testimonio de Cohen se espera que la defensa pueda citar a testigos a declarar.
Cohen rompió con Trump después de que el FBI allanara su oficina, su apartamento y habitación de hotel en 2018. Desde entonces se ha convertido en un feroz crítico, escribiendo un par de libros contra Trump y despreciándole con frecuencia en las redes sociales, en entrevistas y en podcasts.
Pese a ser el testigo estrella de la oficina de la Fiscalía de Manhattan que dirige el fiscal Alvin Bragg, un demócrata, Cohen es también un testigo complicado para la acusación: desde el principio del juicio, la defensa lo ha tildado de mentiroso y ha atacado su credibilidad. Además, la defensa de Trump alega que Cohen está motivado por un fuerte deseo de venganza contra su antiguo jefe.
Los miembros del jurado también han escuchado de otros testigos relatos sobre Cohen, que lo describen como un defensor feroz en favor de Trump, encargado de intimidar a adversarios y de negociar en su nombre acuerdos y pactos no solo legales y comerciales; pero también han podido escuchar los argumentos y objeciones de la defensa de Trump, que lo retratan como un criminal confeso.
Cohen se declaró culpable en 2018 de violar la ley federal de financiación de campañas al pagar a Daniels y testificó que Trump le ordenó hacer el pago. Pero la Fiscalía no acusó en ese entonces a Trump.
Trump se ha declarado inocente de los 34 cargos y niega haber tenido un encuentro sexual con ‘Stormy’ Daniels.
Además, el expresidente argumenta que el juicio en su contra forma parte de un esquema de persecución política para interferir en su campaña y evitar su triunfo en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.