Sigue el debate sobre la IA, especialmente ahora que se ha anunciado que Geoffrey Hinton abandonó Google y lanzó algunas advertencias.
Hinton es un científico británico de la computación y pionero en el campo del aprendizaje profundo (deep learning), una rama de la inteligencia artificial (IA).
Experto en el uso de redes neuronales artificiales para aprender a reconocer patrones en grandes conjuntos de datos, Hinton ha sido un defensor de la IA.
Ha señalado su gran potencial para transformar la forma en que las máquinas interactúan con el mundo.
Y consideró que la inteligencia artificial puede ser una herramienta poderosa para abordar grandes desafíos de la humanidad, como la lucha contra el cambio climático.
Hinton quien era vicepresidente de ingeniería renunció a su trabajo en Google para poder hablar con mayor libertad sobre los peligros que plantea esta nueva tecnología.
En una entrevista publicada por The New York Times se lamentó de haber dedicado su carrera a este ámbito.
“Es difícil ver cómo se puede evitar que los malos actores lo usen para cosas malas”, dijo Hinton al diario estadounidense.
Además advirtió que es preocupante la excesiva velocidad a la que se están logrando avances en el campo de la IA.
“Algunos tenían la idea de que estas cosas en realidad podrían volverse más inteligentes que las personas. Y la mayoría de la gente y yo mismo pensaba que estábamos muy lejos de eso. Obviamente, ya no pienso eso”, dijo.
Hinton, también conocido como el padrino de la IA, considera que se deben frenar los trabajos en el campo de la IA hasta que se pueda entender si es posible controlarla.
Otras voces
El debate sobre la IA vuelve a la palestra tras las declaraciones de Hinton a the New York Times.
Hace un mes un grupo de más de mil investigadores, entre los que se encuentra Elon Musk, pidieronn pausar la Inteligencia Artificial, IA, por al menos 6 meses a través de una carta.
“Debemos preguntarnos: ¿Vamos a dejar que las máquinas inunden nuestros canales de información con propaganda y falsedad? ¿Es necesario la automatización de todos los trabajos? ¿Deberíamos desarrollar mentes no humanas que eventualmente podrían superarnos en número, ser más inteligentes, obsoletas y reemplazarnos? ¿Deberíamos arriesgarnos a perder el control de nuestra civilización?”, indicaba la carta.