La energía mareomotriz es la que resulta de aprovechar las mareas, es decir la diferencia de altura media de los mares según la posición relativa de la Tierra y la Luna y que resulta de la atracción gravitatoria, de esta última y del Sol, sobre las masas de agua de los mares.
Esta diferencia de alturas puede aprovecharse interponiendo partes móviles al movimiento natural de ascenso o descenso de las aguas, junto con mecanismos de canalización y depósito, para obtener movimiento en un eje. Mediante su acoplamiento a un alternador se puede utilizar el sistema para la generación de electricidad, transformando así la energía mareomotriz en energía eléctrica, una forma energética más útil y aprovechable.
La energía mareomotriz tiene la cualidad de ser renovable, en tanto que la fuente de energía primaria no se agota por su explotación y es limpia, ya que en la transformación energética no se producen subproductos contaminantes gaseosos, líquidos o sólidos. Sin embargo, la relación entre la cantidad de energía que se puede obtener con los medios actuales y el costo económico y ambiental de instalar los dispositivos para su proceso han impedido el crecimiento de este tipo de energía.
Según un informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), el potencial de la energía mareomotriz es enorme, ya que el movimiento de las mareas puede generar más de la mitad del consumo eléctrico mundial actual.
Sin embargo, a pesar de este gran potencial, la energía mareomotriz aún no se ha explotado en todo su potencial debido a diversos desafíos técnicos y económicos que deben superarse.
Cómo funciona la energía mareomotriz
La energía mareomotriz se obtiene a partir del movimiento de las mareas. Cuando las mareas suben y bajan, generan una corriente de agua que se puede aprovechar para generar electricidad. Para ello se utilizan turbinas que transforman la energía cinética del agua en energía eléctrica.
Existen dos tipos de tecnologías para generar energía mareomotriz: las centrales de mareas y las turbinas de marea. Las centrales de mareas funcionan de manera similar a las centrales hidroeléctricas: el agua entra en la central durante la marea alta y se almacena en una presa. Cuando la marea baja, el agua se libera a través de turbinas que generan electricidad.
Mientras que las turbinas de marea se colocan directamente en el lecho marino y aprovechan el movimiento del agua para generar electricidad. Este tipo de tecnología es más flexible y no requiere grandes instalaciones.
Ventajas y desventajas de la energía mareomotriz
La energía mareomotriz tiene varias ventajas respecto a otras formas de energía renovable. En primer lugar, se trata de una fuente de energía constante y predecible, lo que permite planificar su uso con antelación y evitar los problemas de intermitencia que presentan otras fuentes de energía renovable. Además, la energía mareomotriz es muy eficiente y puede generar grandes cantidades de electricidad utilizando una superficie relativamente pequeña.
Pero también, la energía mareomotriz también presenta algunas desventajas. En primer lugar, su implementación es costosa y requiere de grandes inversiones en infraestructuras y tecnologías específicas. Además, puede tener un impacto negativo en el ambiente y en la fauna marina si no se gestiona de manera adecuada. Por ejemplo, la construcción de presas para las centrales de mareas puede alterar el equilibrio ecológico de los ríos y estuarios cercanos.
A pesar de las dificultades técnicas y económicas, existen varios proyectos en todo el mundo que están aprovechando el potencial de la energía mareomotriz. Uno de los proyectos más destacados es el de la central de mareas del Rance, en Francia. Esta central, inaugurada en 1966, es la mayor central de mareas del mundo y ha sido capaz de generar energía durante más de 50 años.
Otro ejemplo es el proyecto MeyGen en Escocia, que utiliza turbinas de mareas para generar electricidad en las aguas de la costa norte de Escocia. Este proyecto comenzó a desarrollarse en 2010 y actualmente tiene una capacidad instalada de 6 MW, que se espera aumentar en los próximos años.
También existen proyectos en otros países como China, Corea del Sur o Canadá, donde se están llevando a cabo investigaciones para mejorar la tecnología y reducir los costos de implementación.
El futuro de la energía mareomotriz
Aún queda mucho por hacer para aprovechar al máximo la energía mareomotriz.
Uno de los principales desafíos a los que se enfrenta es el alto costo de implementación. La construcción de centrales de mareas y turbinas de marea requiere de grandes inversiones en infraestructura y tecnología específica, lo que hace que sea una opción poco viable para muchos países. Además, las zonas costeras adecuadas para este tipo de proyectos son limitadas, lo que reduce aún más su potencial de expansión.
A pesar de estos desafíos, la energía mareomotriz sigue siendo una opción muy interesante para muchos países que buscan diversificar su matriz energética y reducir su dependencia de los combustibles fósiles. En Europa, por ejemplo, varios países están apostando fuerte por la energía mareomotriz como alternativa a otras formas de energía renovable.
En España, por ejemplo, se está llevando a cabo un proyecto piloto en la isla de Gran Canaria para probar la viabilidad de las turbinas de marea en aguas profundas. Otro país que ha apostado por la energía mareomotriz es el Reino Unido. En 2015, el gobierno británico aprobó una inversión de 50 millones de libras esterlinas para desarrollar proyectos en Escocia y Gales. Desde entonces, se han puesto en marcha varios proyectos piloto en diferentes zonas costeras del país, incluyendo el ya mencionado MeyGen.
En otros lugares del mundo, como Asia y América del Norte, también se están llevando a cabo proyectos de energía mareomotriz. En China, por ejemplo, se está probando una nueva tecnología de turbinas de marea en aguas profundas. Canadá está desarrollando un proyecto para aprovechar la energía de las mareas en la Bahía de Fundy, una de las zonas con mayor potencial de energía mareomotriz del mundo.
En resumen, la energía mareomotriz es una forma interesante y prometedora de generar electricidad a partir de fuentes renovables y estables. Aunque aún existen desafíos técnicos y económicos que deben superarse, el potencial de la energía mareomotriz es enorme. Si se logra superar estos desafíos, la energía mareomotriz podría convertirse en una de las principales fuentes de energía renovable del futuro.
